Respeto a las minorías
En la votación que mañana llevará a cabo el Parlamento de Cataluña, es la libertad individual, el respeto a las minorías, lo que debería prevalecer. Máxime si, como todo parece indicar, el voto para más del 60% de los diputados será libre y secreto.
No es cierto que pueda llevarse a cabo un debate sereno, profundo, intenso, cuando éste está planteado en términos de prohibición para una de las partes. No es un debate equilibrado, ni con la necesaria calidad democrática, aquél en el que algunos catalanes -pocos o muchos, pero algunos y catalanes- salgan amputados en su cultura, en su alma...
En la votación que mañana llevará a cabo el Parlamento de Cataluña, es la libertad individual, el respeto a las minorías, lo que debería prevalecer. Máxime si, como todo parece indicar, el voto para más del 60% de los diputados será libre y secreto.
No es cierto que pueda llevarse a cabo un debate sereno, profundo, intenso, cuando éste está planteado en términos de prohibición para una de las partes. No es un debate equilibrado, ni con la necesaria calidad democrática, aquél en el que algunos catalanes -pocos o muchos, pero algunos y catalanes- salgan amputados en su cultura, en su alma de aficionados a los toros. Por eso la ILP no debe prosperar, porque el debate está viciado de antemano.
¿Por qué no piden proteger a los toros de los 'correbous' de Tarragona?
Afirman que se trata de derechos animales. Sea. Y ¿por qué son menos dignos de protección los toros embolados o ensogados en el sur de Tarragona que los lidiados en Barcelona? Ellos esquivan la respuesta. Una iniciativa legislativa popular (ILP) con correbous nunca prosperaría.
Afirman que el argumento es la muerte del animal. ¡Sea! Y ¿por qué son más dignas de protección algunas decenas de toros muertos en la Monumental que centenares de miles de terneras, corderos... que matamos en nuestros mataderos? Una ILP sin mataderos no prosperaría.
Afirman, entonces, que hacemos fiesta o espectáculo de la muerte. Ya han dejado de hablar de derechos de animales, y ahora están hablando de considerar inferiores moralmente a aquellos ciudadanos diferentes de ellos, que gustan de algo que pretenden prohibir. Estamos ante la posible inauguración de una peligrosísima deriva hacia el pensamiento único. Hoy son los toros, y mañana, ¿qué pretenderemos prohibir?
Si además fueran capaces de comprender que, más allá de ser ética y moral en sí misma, la tauromaquia es portadora del mensaje que podrá fundamentar las bases de futuro de nuestra irresuelta relación con los animales, en lugar de pretender prohibirla deberían sumarse a la petición de Francia para que sea declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Luis Corrales es coordinador de la Plataforma para la Promoción y Difusión de la Fiesta.