Reportaje:

Acuerdos sin juicio

El Gobierno vasco aboga por la mediación entre partes para resolver conflictos de forma amistosa y evitar la saturación de los tribunales

En una sociedad cada vez más burocrática, acostumbrada a saturar la justicia con las más absurdas nimiedades, la mediación se presenta como la mejor fórmula para evitar el colapso de los tribunales. Eso, al menos, fue lo que ayer defendió en Bilbao la consejera vasca Idoia Mendia, quien abogó por la conciliación entre las distintas partes para "evitar llevar a juicio" problemas que pueden resolverse de otro modo.

En efecto, la autocomposición crece con fuerza entre una población más interesada cada vez en solventar sus problemas sin recurrir a la pausada y pesada Administración, aunque...

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En una sociedad cada vez más burocrática, acostumbrada a saturar la justicia con las más absurdas nimiedades, la mediación se presenta como la mejor fórmula para evitar el colapso de los tribunales. Eso, al menos, fue lo que ayer defendió en Bilbao la consejera vasca Idoia Mendia, quien abogó por la conciliación entre las distintas partes para "evitar llevar a juicio" problemas que pueden resolverse de otro modo.

En efecto, la autocomposición crece con fuerza entre una población más interesada cada vez en solventar sus problemas sin recurrir a la pausada y pesada Administración, aunque bajo la seguridad que siempre ofrece su paraguas. En los nueve primeros meses del año, los servicios de mediación penal del País Vasco han registrado 419 intervenciones, de las que el 82% han acabado con un acuerdo amistoso entre ambas partes. Únicamente 66 han resultado infructuosas, la gran mayoría en Vizcaya.

En Euskadi se han registrado hasta septiembre 419 actos de conciliación
"La paz social va más allá de los juzgados", dice la consejera Idoia Mendia

La propia consejera reconoció, en el marco de una jornada sobre mediación celebrada en el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, que la paz social "va más allá de una exclusiva actuación de juzgados y tribunales". No le dolió en prendas definir a las víctimas como "las grandes olvidadas" de cada proceso y defendió la conciliación como un modelo de resolución "diferente" que les otorga "más voz".

Pero queda aún mucho camino por delante para consolidar la solución amistosa de conflictos entre particulares, al margen de abogados y jueces. El próximo reto, según Mendia, pasa por "aprovechar la experiencia en la jurisdicción de menores para aplicar también la autocomposición de problemas a otros ámbitos", como el de las reclamaciones económicas, las relaciones entre vecinos o la responsabilidad por daños.

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La portavoz del Consejo General del Poder Judicial para el País Vasco, Margarita Uria, fue incluso más allá al solicitar la creación de un "estatuto del mediador" para facilitar la formación de "verdaderos profesionales" en la materia. "La época en la que bastaban las buenas intenciones ha llegado a su fin", aventuró la vocal del CGPJ, quien insistió en la necesidad de una regulación legal específica que aporte "mayor certeza".

La conciliación la ejercen hoy, más que profesionales de la justicia, psicólogos y sociólogos cada vez mejor formados. Su mediación en el entorno familiar ha dado ya "grandes resultados", al igual que en el marco penal. En el civil, en cambio, está comenzado a implantarse. "Vamos a intentar ampliarla al ámbito social", prometió ayer Uria, quien apuntó también la necesidad de extenderla posteriormente a la jurisdicción contencioso administrativa. Según argumentó, el beneficio sería "doble", ya que contribuiría también a "descargar" los juzgados.

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