La actual crisis registra la mitad de despidos que la de 1993

Los sindicatos alertan que los ERE temporales pueden convertirse en definitivos este otoño

La crisis económica ha disparado los despidos en Cataluña en el primer semestre de este año. Un total de 7.670 trabajadores han visto rescindidos sus contratos a través de un expediente de regulación temporal (ERE), casi el triple que en el mismo periodo de 2008, según datos del Departamento de Trabajo. Pero esta crisis, pese a considerarse la más grave desde la Segunda Guerra Mundial, está dejando -de momento- a menos gente en la cuneta que la última gran crisis sufrida en España, la de 1993. En los seis primeros meses de resaca posolímpica, los despidos colectivos alcanzaron, según las estad...

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La crisis económica ha disparado los despidos en Cataluña en el primer semestre de este año. Un total de 7.670 trabajadores han visto rescindidos sus contratos a través de un expediente de regulación temporal (ERE), casi el triple que en el mismo periodo de 2008, según datos del Departamento de Trabajo. Pero esta crisis, pese a considerarse la más grave desde la Segunda Guerra Mundial, está dejando -de momento- a menos gente en la cuneta que la última gran crisis sufrida en España, la de 1993. En los seis primeros meses de resaca posolímpica, los despidos colectivos alcanzaron, según las estadísticas del Gobierno catalán, a 17.321 trabajadores, más del doble que ahora.

Los datos anteriores recogen sólo los ERE presentados a la Generalitat, no los tramitados por el Ministerio de Trabajo. Las empresas tienen la obligación de presentarlos en Madrid cuando la regulación afecta a centros de trabajo ubicados en más de una comunidad. Por ejemplo, estos datos no tienen en cuenta el ajuste de Roca, puesto que afecta a fábricas de Cataluña, Madrid y Andalucía. Un reciente informe de la UGT sitúa la cifra de despidos colectivos en Cataluña en alrededor de 10.000 personas.

Los sindicatos advierten de la frialdad de las estadísticas. El secretario de Acción Sindical de Comisiones Obreras, Simón Rosado, calcula que los trabajadores catalanes que han perdido su empleo entre enero y junio son alrededor de 15.000, el doble de lo que señalan los ERE, puesto que las empresas "cada vez más llevan a cabo las rescisiones de forma individual". "Cuando denunciamos", prosigue Rosado, "que muchas empresas se aprovechan de la crisis es que no pueden alegar causas para un expediente, pero echan mano del despido individual. Es una práctica mucho más habitual que en la crisis de 1993".

602.000 parados

Con todo, esta diferencia tiene su reflejo en las cifras de desempleo. Aunque hoy hay 602.000 parados en Cataluña, según la encuesta de población activa (EPA), frente a los 492.000 de entonces y los 582.000 de 1994 -cuando el paro llegó a su máximo nivel-, la tasa de paro se situaba en el 19% y el 21,7%, respectivamente, frente al 16% actual. Hoy hay mucha más gente trabajando, más población activa y más población ocupada.

El gran problema que advierten los sindicatos en esta crisis es el elevadísimo número de trabajadores afectados por expedientes temporales, como los 7.800 de Seat, entre muchos otros. Los datos de Trabajo revelan 65.371 personas afectadas por suspensiones de contrato, 50 veces más que hace un año y más del doble que en 1993. Las centrales temen que muchos de los ERE que hoy son temporales pasen a ser despidos definitivos, como el caso de Nissan.Eva Granados, vicesecretaria de la UGT de Cataluña, apunta el "riesgo de que muchos de los trabajadores afectados hayan consumido su prestación por desempleo", tal como señalaba recientemente el presidente del comité de empresa de Seat, Matías Carnero.

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"El nivel de cobertura es hoy más bajo que en 1993", abunda Simón Rosado, puesto que hay "mucha eventualidad, que no da derecho a la prestación, y otros muchos ya lo han agotado". De ahí la importancia de poner el contador a cero. Esta circunstancia puede agravar la crisis, sostiene Granados, puesto que, a diferencia de 1993, "las empresas no tienen problemas. Ésta es una crisis de demanda. Si los ciudadanos no pueden comprar, porque no tienen ingresos ni acceso al crédito, el paro seguirá aumentando". "La falta de liquidez y de demanda explican el 70% de los problemas de las empresas", agrega.

Ambos sindicalistas también temen que la finalización del Plan Zapatero -de obra pública municipal- repercuta en el mercado laboral si el Ejecutivo "no aumenta las inversiones vinculadas al sistema productivo y de política industrial".

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