Cartas al director

Investigar para progresar

Hace 54 años que estoy con diabetes (no "soy" diabético). Acabo de cumplir 70 y la cogí -o me cogió- a los 16. Aún recuerdo cómo el profesor Pedro Pons le dijo a mi padre, en el Clínico: "Que no se amargue por serlo, pero que no se olvide nunca de que lo es".

Llevo unos 138.000 pinchazos por mi ausente insulina y he pasado por todos los hospitales para by passes, exploraciones, retinas, riñones, análisis, etc. Una calidad de vida, la de los sanos, que desconozco y merezco conocer algún día. Todo ¿por qué? Por dos únicas razones: dinero y ética.

Dinero, porque la investigac...

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Hace 54 años que estoy con diabetes (no "soy" diabético). Acabo de cumplir 70 y la cogí -o me cogió- a los 16. Aún recuerdo cómo el profesor Pedro Pons le dijo a mi padre, en el Clínico: "Que no se amargue por serlo, pero que no se olvide nunca de que lo es".

Llevo unos 138.000 pinchazos por mi ausente insulina y he pasado por todos los hospitales para by passes, exploraciones, retinas, riñones, análisis, etc. Una calidad de vida, la de los sanos, que desconozco y merezco conocer algún día. Todo ¿por qué? Por dos únicas razones: dinero y ética.

Dinero, porque la investigación es cara -aunque en España es la mas barata del mundo, pues casi no hay-, y la ética, porque las ideas mezcladas de fanatismos y ciencia nunca se han entendido, aunque al final siempre la ciencia ha ganado la batalla. Como dijo el mismo Pedro Pons: "La investigación es el mejor camino para el progreso". ¿No podríamos poner una casilla en la declaración de la Renta para dedicar algo a la investigación? Hay muchas enfermedades sin curación, unas matan muy deprisa, otras la retrasan gracias a descubrimientos y otras se curan ya gracias a la investigación. Las células madre, dicen, podrían regenerar y curar nuestro fallo endocrino.

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¡Con la cantidad de cerebros brillantes que tenemos en nuestras universidades! A unos pocos les damos becas, y luego los fichan en países listos, que les sacarán rendimientos superiores al coste. Los presupuestos del Estado son ridículos en investigación, las universidades no pueden sin el apoyo de empresas y nosotros, los pacientes, a verlas venir solitos. En fin, no puedo seguir porque toca pincharme...

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