Análisis:DE CARNE Y HUESO | TOUR 2009 | Sexta etapa

El músculo cambia para afrontar el Tour

Los seres humanos tenemos en nuestros músculos fibras lentas y rápidas. En realidad las lentas no lo son tanto, puesto que se contraen en tan solo 0,2 segundos. La mayoría de nosotros tenemos la mitad de nuestros músculos formados por fibras lentas y la mitad por fibras rápidas. Si al músculo le sometemos a las demandas del pedaleo durante horas, días, meses y años, éste se adapta a esa tarea. Como en el pedaleo el tiempo en el que el pie empuja el pedal es relativamente largo (0,75 segundos si se pedalea a 90 revoluciones por minuto), el tipo de fibra idóneo para esta tarea es el de tipo lent...

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Los seres humanos tenemos en nuestros músculos fibras lentas y rápidas. En realidad las lentas no lo son tanto, puesto que se contraen en tan solo 0,2 segundos. La mayoría de nosotros tenemos la mitad de nuestros músculos formados por fibras lentas y la mitad por fibras rápidas. Si al músculo le sometemos a las demandas del pedaleo durante horas, días, meses y años, éste se adapta a esa tarea. Como en el pedaleo el tiempo en el que el pie empuja el pedal es relativamente largo (0,75 segundos si se pedalea a 90 revoluciones por minuto), el tipo de fibra idóneo para esta tarea es el de tipo lento.

No hay estudios que lo confirmen, pero es probable que el tipo de fibras en el cuádriceps de un ciclista mute hacia las lentas con los años de entrenamiento. El ciclista o el entrenador no pueden ver estos cambios, puesto que suceden dentro del músculo. Sin embargo, podemos medir la eficiencia de la pedalada. La eficiencia de pedaleo es la energía gastada por kilómetro avanzado y ésta tiene una estrecha relación con la cantidad de fibras lentas en las piernas del ciclista. Las fibras lentas son energéticamente más eficientes que las rápidas. Solamente alrededor de un 20% de la energía gastada por el ciclista termina moviendo las piernas del corredor; el 80% restante de la energía va a otros músculos, o se disipa como calor.

Así, se vio que Armstrong aumentó su eficiencia del 21% al 23% en siete años (1993-2000). Un estudio reciente confirma que Armstrong no es especial, sino que 12 ciclistas de la ONCE también aumentaron del 24 al 27% su eficiencia a lo largo de cinco años de participación en grandes vueltas. Es solamente un 3% de ganancia, pero si lo multiplicamos por las casi 6.000 kilocalorías que gastan en las etapas fuertes, nos sale un importante ahorro energético.

Ricardo Mora es fisiólogo del Ejercicio de la Universidad Castilla-La Mancha.

Los músculos del ser humano tienen fibras lentas y rápidas. En el caso de los ciclistas, los músculos tienen mayoría de fibras lentas.EL PAÍS

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