Zapatero encuentra en el nuevo 'lehendakari' complicidad contra ETA

La nueva etapa "abre expectativas más sólidas de paz", según el presidente

José Luis Rodríguez Zapatero mudó hasta el escenario habitual de sus encuentros en La Moncloa con los presidentes autonómicos para mostrar el carácter "especial", tal y como lo calificó, de su primera reunión institucional con el nuevo lehendakari, Patxi López. Se celebró en la residencia privada del presidente y luego ofrecieron una rueda de prensa conjunta, también insólita, en el jardín, tras más de dos horas de reunión, en la que Zapatero ratificó su respaldo y su "orgullo" por el nuevo lehendakari socialista.

El presidente destacó de los casi dos meses del Gobierno de...

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José Luis Rodríguez Zapatero mudó hasta el escenario habitual de sus encuentros en La Moncloa con los presidentes autonómicos para mostrar el carácter "especial", tal y como lo calificó, de su primera reunión institucional con el nuevo lehendakari, Patxi López. Se celebró en la residencia privada del presidente y luego ofrecieron una rueda de prensa conjunta, también insólita, en el jardín, tras más de dos horas de reunión, en la que Zapatero ratificó su respaldo y su "orgullo" por el nuevo lehendakari socialista.

El presidente destacó de los casi dos meses del Gobierno de Patxi López -del "tiempo nuevo", como lo denominó- el salto de la "coordinación a la complicidad" en la lucha contra ETA; que "dos Gobiernos tengan una única política antiterrorista" y que exista un "liderazgo determinante" contra el terrorismo en la figura del lehendakari, lo que "abre unas expectativas de paz más sólidas y firmes".

López pide a Rajoy que no utilice contra Zapatero el malestar del PNV

López precisó el cambio, en relación con la etapa de Ibarretxe como lehendakari, en la "complicidad" con el Gobierno de Zapatero, en la creación de la División Antiterrorista en la Ertzaintza; la coordinación de ésta con las Fuerzas de Seguridad del Estado; la utilización de todos los instrumentos legales contra ETA, incluida la Ley de Partidos, cuyo aval por la sentencia del Tribunal de Estrasburgo resaltó; la deslegitimación social de la banda terrorista y la atención preferente a las víctimas.

El lehendakari se comprometió a utilizar la ronda iniciada con los partidos vascos para sondear las posibilidades de una mesa por la paz frente a ETA, como existió la de Ajuria Enea de 1988 a 1997. Pero advirtió de que sólo avanzará en esa idea "si sirve para unir a los partidos".

Zapatero elevó su "complicidad" con López a todos los ámbitos, al recordar que en el encuentro trataron de "resolver problemas que afectan a los ciudadanos, con actitudes de entendimiento y sin criticar a ningún partido", en referencia a sus encuentros con Ibarretxe, conflictivos, en los que sus planes soberanistas centraban el contenido de las reuniones.

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Como fruto del clima de acuerdo de ayer, Zapatero se comprometió con López a impulsar el desarrollo del Estatuto de Gernika, empezando por las políticas de empleo, urgidas por el lehendakari para afrontar la recesión con más instrumentos, así como nuevos planes de infraestructuras.

Patxi López se comprometió, a su vez, a mantener unas relaciones con el Gobierno central "basadas en la búsqueda de acuerdos y no en la conflictividad", y también a que "nunca habrá una silla vasca vacía en las reuniones multilaterales", en alusión a las ausencias de Ibarretxe en el debate en el Senado sobre el estado de las autonomías.

El lehendakari hizo más por Rodríguez Zapatero. Criticó al presidente del PP, Mariano Rajoy, sin citarlo, por "utilizar lo sucedido en Euskadi [el desalojo de Ibarretxe del Gobierno vasco, en el que participó el PP de Euskadi] y la respuesta del PNV en el Congreso para complicar la vida al Gobierno de Zapatero". López pidió a Rajoy "altura de miras" para "sumar fuerzas con el Ejecutivo de Zapatero para luchar contra la crisis".

Zapatero señaló que "esas dificultades merecen la pena, ya que permiten que Patxi López lidere el cambio en Euskadi".

El presidente Rodríguez Zapatero saluda al lehendakari Patxi López a su llegada al palacio de la Moncloa.LUIS SEVILLANO

No más sillas vacías

La única referencia al pasado que realizó el lehendakari fue su afirmación de que en el futuro no habrá "nunca más ninguna silla de Euskadi vacía" en los foros de cualquier signo que reúnan al resto de las comunidades autónomas. Fue una alusión velada a las ausencias que han protagonizado anteriores ejecutivos y presidentes vascos nacionalistas, desde las conferencias de presidentes autonómicos o los debates en el Senado , a las fiestas nacionales o las celebraciones de Estado. "Queremos unas relaciones fluidas y productivas para ambos gobiernos", dijo López. Y al igual que reclamó "todos los foros bilaterales que sean precisos para las cuestiones que nos atañen directamente a Euskadi" expuso su intención de participar en cualesquiera otros de carácter general "que convoquen al conjunto de las comunidades autónomas". "Ahí se decide el futuro de España, que es un proyecto que compartimos y queremos seguir compartiendo", afirmó, en lo que fue una declaración de intenciones en términos de compromiso e implicación.Fue la única referencia que pudo entenderse como una crítica a la política de su antecesor, voluntariamente ausente de muchos de esos foros y ocasiones. Zapatero resaltó de López esa ausencia de crítica, que también se dio, aseguró, durante la reunión privada.

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