Vía libre al trasplante de cara

La Fe cumple con el último trámite para practicar el injerto más complejo

El hospital La Fe de Valencia sigue cubriendo etapas para ser el primero de España en practicar un trasplante de cara. Ayer se hizo público que el centro sanitario de referencia de la Comunidad Valenciana ya cuenta con todos los permisos para poder hacer esta operación, que ha sido descrita por uno de los grandes especialistas en este campo, el francés Jean-Paul Méningaud, como "practicar 50 minioperaciones" debido a su complejidad y laboriosidad.

El camino que lleva hasta el primer trasplante de cara en España es largo y tiene tres fases. Por un lado se ha de acreditar que el hospital ...

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El hospital La Fe de Valencia sigue cubriendo etapas para ser el primero de España en practicar un trasplante de cara. Ayer se hizo público que el centro sanitario de referencia de la Comunidad Valenciana ya cuenta con todos los permisos para poder hacer esta operación, que ha sido descrita por uno de los grandes especialistas en este campo, el francés Jean-Paul Méningaud, como "practicar 50 minioperaciones" debido a su complejidad y laboriosidad.

El camino que lleva hasta el primer trasplante de cara en España es largo y tiene tres fases. Por un lado se ha de acreditar que el hospital cumple con los criterios de calidad y capacitación para llevarlo a cabo. Esto es lo que obtuvo ayer La Fe con la publicación en el Diari Oficial de la Comunitat Valenciana (DOCV) de la resolución de la Consejería de Sanidad por la que se determina que el hospital cumple con el real decreto que establece las normas de calidad y seguridad para la donación, la obtención, la evaluación, el procesamiento y almacenamiento de células y tejidos humanos. Gracias a ello, se le concede la autorización por un plazo de cuatro años revocable "en cualquier momento" si se alteran o incumplen los requisitos.

"Se ha cubierto una fase, pero aún falta hasta que se practique el injerto"
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Pero el hecho de haber obtenido la autorización no supone que se vayan a practicar trasplantes de forma inmediata. Quedan otras dos etapas por alcanzar. Una segunda consiste en seleccionar a posibles receptores, lo que también lleva su tiempo. Primero han de pasar el filtro de la comisión de bioética del hospital y de la de trasplantes. En ellas se trata de determinar si el nivel de lesiones que presentan los candidatos es lo suficientemente grave como para que compense el trauma de la operación y los efectos secundarios que lleva aparejados (como la inmunosupresión). Se ha de comprobar que el receptor sea capaz de encajar la intervención tanto a nivel físico como psicológico, lo que es determinante en este injerto tan particular. Hasta el momento, el cirujano elegido para practicar la operación, Pedro Cavadas, ha anunciado que hay tres personas que se han puesto en contacto con él para someterse a esta operación. Pero aún no han recibido la valoración de estos comités, ni la confirmación final que tendrán que validar la Organización Nacional de Trasplantes y la Comisión de Trasplantes y Medicina Regenerativa del Consejo Interterritorial, en la que están representadas las distintas comunidades autónomas.

Pero aún queda una tercera etapa más. Una vez se hayan seleccionado los candidatos, será necesario encontrar donantes adecuados. Y ésta no será una tarea fácil. Si es mucho más complejo que los familiares accedan a donar una mano frente, por ejemplo, un hígado o un corazón, aún lo es más que se decidan a ceder la cara del pariente fallecido.

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"Se ha cubierto una fase, pero aún falta hasta llegar al trasplante", señalan desde la Consejería de Sanidad.

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