Bárcenas evita una reunión con Rajoy en el Senado
Precisamente el día en que la fiscalía le daba una alegría, aunque sea parcial puesto que la causa sigue su curso, el tesorero del PP, Luis Bárcenas, se convertía de nuevo en protagonista, esta vez por su ausencia. El senador no acudió a una reunión importante en la que todas las cámaras estaban esperando para fotografiarle junto a Mariano Rajoy.
El líder del PP convocó ayer a todos los senadores en un plenario del grupo -algo extraordinario, que sucede un par de veces al año, y a lo que casi nadie falta salvo por causa de fuerza mayor- y Bárcenas no compareció. Sí había estado poco ant...
Precisamente el día en que la fiscalía le daba una alegría, aunque sea parcial puesto que la causa sigue su curso, el tesorero del PP, Luis Bárcenas, se convertía de nuevo en protagonista, esta vez por su ausencia. El senador no acudió a una reunión importante en la que todas las cámaras estaban esperando para fotografiarle junto a Mariano Rajoy.
El líder del PP convocó ayer a todos los senadores en un plenario del grupo -algo extraordinario, que sucede un par de veces al año, y a lo que casi nadie falta salvo por causa de fuerza mayor- y Bárcenas no compareció. Sí había estado poco antes en el Senado, en la reunión -sin cámaras- de la dirección del grupo. Sin embargo, unos minutos antes de que llegara Rajoy, el tesorero salió de la Cámara Alta. La justificación oficial es que tenía una cita con Ana Mato para preparar asuntos de la campaña de las elecciones europeas. La reunión se produjo, pero tratándose de una cuestión interna es habitual que estas citas se pospongan cuando el líder convoca un encuentro tan importante para los senadores como el de ayer.
En el PP se mantiene la preocupación por la investigación sobre el tesorero, y la mayoría de los dirigentes consultados en privado creen que lo mejor es que dimita por el bien del partido. Sin embargo, la dirección ha decidido esperar a ver cómo avanza la causa. Fuentes de la máxima dirección consultadas por EL PAÍS señalan que el líder y su entorno confían en que las acusaciones de Garzón contra Bárcenas queden finalmente en nada y no lleguen siquiera al Tribunal Supremo. El tesorero insiste en sus conversaciones en que es inocente, y Rajoy ha decidido no hacer nada hasta ver si el Supremo lo imputa.