Análisis:

Medel

Chaves lanzó una última advertencia: no aceptaría una operación que fuera en perjuicio de Unicaja. El toque dado, no desprovisto de severidad y contundencia, venía a señalar a los promotores de la operación de fusión de esta entidad con Caja Castilla-La Mancha (CCM) que no se aceptaría la propuesta surgida a cualquier precio. Las cuentas no salían. Y si bien será esta semana cuando concluya el plazo dado para dar a conocer el estudio realizado por una consultora, lo cierto es que en los últimos días se veía venir una resolución tan drástica como la que finalmente se ha adoptado. Los acontecimi...

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Chaves lanzó una última advertencia: no aceptaría una operación que fuera en perjuicio de Unicaja. El toque dado, no desprovisto de severidad y contundencia, venía a señalar a los promotores de la operación de fusión de esta entidad con Caja Castilla-La Mancha (CCM) que no se aceptaría la propuesta surgida a cualquier precio. Las cuentas no salían. Y si bien será esta semana cuando concluya el plazo dado para dar a conocer el estudio realizado por una consultora, lo cierto es que en los últimos días se veía venir una resolución tan drástica como la que finalmente se ha adoptado. Los acontecimientos se precipitaron tras una tensísima reunión del responsable del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO), con José Antonio Griñán. Fue el pasado viernes y se produjo un auténtico choque de trenes. Ordoñez quería que se asumieran sus propuestas sin reparar en sus consecuencias frente a un Griñán que reclamaba las debidas compensaciones en forma de avales para que la entidad malagueña pudiera digerir CCM sin mayores contratiempos y sin que, en definitiva, se pusiera en peligro su solvencia y fortaleza. Más tarde, MAFO se veía las caras con el presidente de Unicaja, Braulio Medel, en quien tampoco halló la respuesta que esperaba.

Lo ocurrido plantea varias conclusiones: No era un movimiento de Medel para asegurarse su continuidad. Ha mantenido una posición firme, en coordinación con la Junta, con tal de no poner en peligro Unicaja. Nada soportaría peor que pasar a la historia como el artífice de la defenestración de su más preciada obra. El PP no está legitimado para obtener renta política alguna. Mientras en Madrid desplegaban una gran beligerancia, en Málaga se mostraban felices con las expectativas que encerraba dicha operación. Se ha comprobado, además, la escasa voluntad de MAFO para buscar una salida menos traumática cuando tenía en su mano facilitar los avales necesarios. Que lo haya hecho con una caja gobernada por los socialistas da mucho que pensar sobre el verdadero tinte político de este personaje nombrado por Zapatero. De igual modo, queda seriamente cuestionada la proyección en nuestra comunidad de empresarios como Domingo Díaz de Mera, uno de los principales causantes del hundimiento de CCM. Por otro lado, lo sucedido supone todo un aviso. No habrá soluciones blandas. A partir de ahora, Chaves tiene manos libres para ultimar la fusión de Unicaja con Cajasol. Ya no hay excusa que valga.

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