Olmos queda al margen de la organización del dispositivo

El director general de la policía, Rafael Olmos, tiene los días contados. Su salida resulta tan evidente -se hará oficial, previsiblemente, el próximo martes- que ni siquiera ha participado en la organización del dispositivo de seguridad previsto para la manifestación de esta tarde, que reunirá en el centro de Barcelona a estudiantes contrarios al proceso de Bolonia y a colectivos antisistema en protesta por la "represión policial". Olmos, que todavía es el máximo jefe político de los Mossos d'Esquadra, queda así excluido del gran reto para el orden público que afronta hoy su policía.

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El director general de la policía, Rafael Olmos, tiene los días contados. Su salida resulta tan evidente -se hará oficial, previsiblemente, el próximo martes- que ni siquiera ha participado en la organización del dispositivo de seguridad previsto para la manifestación de esta tarde, que reunirá en el centro de Barcelona a estudiantes contrarios al proceso de Bolonia y a colectivos antisistema en protesta por la "represión policial". Olmos, que todavía es el máximo jefe político de los Mossos d'Esquadra, queda así excluido del gran reto para el orden público que afronta hoy su policía.

El consejero de Interior, Joan Saura, llamó ayer a Olmos a su despacho para charlar. Ambos comentaron las conclusiones provisionales del informe en el que los Mossos d'Esquadra se autoexculpan de los incidentes ocurridos el pasado miércoles en el centro de Barcelona. Un centenar de personas (entre policías, manifestantes, peatones y periodistas) resultaron contusionados en las manifestaciones.

Olmos, que ayer por la mañana estuvo fuera de Barcelona y se ha tomado un par de días de fiesta, entregó a Saura el informe, que fue difundido a la prensa sólo un día después de su elaboración. Tanto la filtración como la gestión de los incidentes en torno a la Via Laietana están en el origen del cese. Olmos dejará su cargo, oficialmente, el martes, el mismo día en que Saura comparecerá en el Parlament para hacer públicas las conclusiones. Todavía no se sabe si será destituido o decidirá dimitir.

El blindaje de Delort

Lo cierto es que la guerra (antes soterrada, ahora abierta) en la cúpula del Departamento de Interior viene de lejos. Hace dos años y medio, el secretario de seguridad, Joan Delort, propuso a Olmos como director. Debido a la sintonía entre ambos, Delort ha pensado en la posibilidad de dimitir si Olmos es apartado, según distintas fuentes. El secretario cuenta con el respaldo del presidente de la Generalitat, José Montilla, lo que dificulta a Saura cualquier movimiento.

Los problemas en Interior mantienen en gran tensión a Iniciativa. Su ejecutiva se reunió ayer sin ninguna publicidad para analizar la situación. Fuentes de los asistentes aseguraron que no hubo críticas a Saura y sí un apoyo "cerrado" a las medidas que ha tomado el consejero.