Uno de cada tres trabajadores del Gobierno tiene un contrato temporal

Temporalidad y Administración pública vasca marchan de la mano. Uno de cada tres trabajadores del Gobierno autónomo tiene un contrato interino o temporal. Si en el conjunto de Euskadi la temporalidad ascendía a fines del año pasado al 20,1% de los asalariados, según calcula el Consejo de Relaciones Laborales (CRL) con datos del Inem, en la Administración General y sus organismos autónomos, Justicia, Ertzaintza y Educación llegaba al 28,65%. Los datos han sido aportados por el propio Gobierno al Parlamento. Descontando la plantilla de la Ertzaintza, que por su propia especificidad no cuenta con...

Temporalidad y Administración pública vasca marchan de la mano. Uno de cada tres trabajadores del Gobierno autónomo tiene un contrato interino o temporal. Si en el conjunto de Euskadi la temporalidad ascendía a fines del año pasado al 20,1% de los asalariados, según calcula el Consejo de Relaciones Laborales (CRL) con datos del Inem, en la Administración General y sus organismos autónomos, Justicia, Ertzaintza y Educación llegaba al 28,65%. Los datos han sido aportados por el propio Gobierno al Parlamento. Descontando la plantilla de la Ertzaintza, que por su propia especificidad no cuenta con ningún empleado temporal, el porcentaje de eventualidad se dispara al 35,47%. Es decir, uno de cada tres empleados del Gobierno trabaja con un contrato temporal.

La eventualidad del trabajo en las empresas privadas es 15 puntos menor

El Ejecutivo ha incumplido su promesa de reducir al 8% la temporalidad al final de la legislatura, que suscribió con los sindicatos en 2005 cuando arrancó el mandato, y mantiene unos niveles de temporalidad más altos que los del sector privado.

En julio de 2006, el Departamento de Hacienda y Administración Pública reconocía un índice de temporalidad en la Administración del 26,5%, mientras que en el sector privado ascendía al 30,6%. La consejería que encabeza Idoia Zenarruzabeitia anunció entonces que mantenía el compromiso adquirido con las centrales de rebajar el personal eventual de sus plantillas convocando varias oposiciones. El paso de tiempo no ha confirmado la reducción.

Raúl Arza, representante en el Consejo Económico y Social vasco (CES) de UGT y responsable comunicación de esta central, ha realizado un informe comparativo de temporalidad que subraya que la eventualidad en las administraciones públicas de Euskadi ha crecido más de doce puntos en unha década. La primera reflexión de Arza vistos los datos es que el tripartito ha actuado como "un mal empresario" y ha incumplido sus promesas laborales.

La medida de la temporalidad en el conjunto de Euskadi también se puede establecer según los criterios de la Encuesta de Población Activa (EPA), que elabora el INE. De acuerdo con esta medición, el sindicato ELA estima que llega a un 25,4%. Mientras, el informe regional de Agett (la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo temporal) la sitúa en el 25,9%. En ambos casos sigue quedando por debajo de los datos de temporalidad del Gobierno vasco. La Agett sitúa a Euskadi en el décimo puesto en la clasificación de las 17 comunidades autónomas.

Los sindicatos han venido constatando que Euskadi ha reducido su tasa en el último periodo porque, al hacer ajustes contra la crisis, las empresas han recurrido en primer lugar a prescindir de los temporales. Respecto al último trimestre de 2007, la tasa de temporalidad ha caído en dos puntos y el descenso comenzó a finales del segundo trimestre de 2008. De hecho, las centrales vienen censurando que el sistema de contratación en España es flexible y los temporales suponen el eslabón más débil. Este argumento les lleva a rechazar la petición de los empresarios de facilitar el despido.

El Ejecutivo de Vitoria diferencia el personal fijo de los temporales, que agrupa en "personal de cobertura de vacantes", "personal por ausencias temporales o sustituciones" y "personal por acumulación de tareas". Los datos de temporalidad para todos aquellos puestos que precisan oposición y, por tanto, entran dentro del Estatuto de Función Pública resulta muy elevado. En los entes y sociedades públicas, que no tienen los mismos criterios de contratación que la Administración, la temporalidad sólo alcanza al 18% de sus plantillas, según el Gobierno.