Las eólicas necesitan 3.436 millones para poner en marcha los parques

Las empresas justifican recursos propios equivalentes a la mitad del PIB

Los 29 grupos adjudicatarios del concurso eólico tienen ante sí un largo camino administrativo hasta ver en pie sus aerogeneradores, nunca antes de mediados de 2010, pero sobre todo un reto inversor que pondrá a prueba su capacidad financiera y que, en algunos casos, resulta difícil de justificar en plena crisis. Sólo para poner en marcha los parques admitidos a trámite por la Consellería de Industria se requerirá una inversión neta de 3.436 millones de euros. Todo ello al margen del dinero comprometido en los proyectos industriales aparejados a las propuestas admitidas.

Los grupos que ...

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Los 29 grupos adjudicatarios del concurso eólico tienen ante sí un largo camino administrativo hasta ver en pie sus aerogeneradores, nunca antes de mediados de 2010, pero sobre todo un reto inversor que pondrá a prueba su capacidad financiera y que, en algunos casos, resulta difícil de justificar en plena crisis. Sólo para poner en marcha los parques admitidos a trámite por la Consellería de Industria se requerirá una inversión neta de 3.436 millones de euros. Todo ello al margen del dinero comprometido en los proyectos industriales aparejados a las propuestas admitidas.

Los grupos que han logrado los megavatios en juego han tenido que justificar sólo en recursos propios (capital y reservas) unos 2.880 millones de euros, que es el 20% de la inversión necesaria para lograr los 9.601 megavatios a los que aspiraban conjuntamente. Esta cantidad equivale casi a la mitad del Producto Interior Bruto gallego de 2007.

Uno de los grupos está liderado por Feiraco, que presenta pérdidas
"Las concesiones serán a su vez la garantía de los préstamos"

La capacidad financiera, que ha dejado fuera del reparto en algunos casos a grupos como Isolux, Cortizo, Ecoener o la Corporación Gestamp (Gonvarri), fue uno de los aspectos que más dudas generó entre los aspirantes y que se puede volver en contra de los adjudicatarios en un escenario de recesión económica como el actual. De acuerdo con el decreto que regula el concurso, bastaba con que uno de los socios de las firmas que se presentaban justificase con recursos propios 20 de cada 100 euros que tenían previsto invertir para certificar su capacidad económica, "pero de ahí a que algunos grupos integrados por compañías en pérdidas y sin socios financieros gestionen inversiones superiores a los 90 millones hay un trecho muy grande", insisten fuentes del sector.

En muchos casos han sido entidades financieras las encargadas de apuntalar los proyectos, como es el caso de los presentados al abrigo de Caixa Galicia (Cupa o Norvento) o las de Caixanova con Galenova. Grandes adjudicatarios como Ventos Cooperativos, que se hizo con 172 megavatios de potencia (implica una inversión de 258 millones), han tenido que recurrir al capital riesgo para garantizar la viabilidad de sus propuestas. Este grupo, liderado por Feiraco y otras cooperativas, cuenta entre sus accionistas con Eolia Renovables, un fondo perteneciente a la sociedad de capital riesgo 3i.

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De hecho, la cooperativa de Negreira afronta un duro proceso de viabilidad. El Consello de la Xunta del 30 de diciembre, cuatro días después de hacerse pública la concesión eólica, adoptó un acuerdo por el que se autorizaba al Igape a establecer "condiciones especiales de subsidiariedad" y eximía a Feiraco de "presentar garantías reales en la concesión de un aval" por importe máximo de dos millones de euros. Fuentes del Igape aclaran que este tipo de operaciones son vías excepcionales y sirvieron para "financiar operaciones de préstamos bancarios a corto plazo que de otra forma no podrían realizarse a tiempo". En sus últimas cuentas, Feiraco presentó pérdidas.

Aucosa, otro de los grupos que más megavatios recibió y que está formado por Albo, Alfageme, Pita Hermanos, Cerqueira y Thenaisie Provote, entre otros, recurrió a abrir el capital de la sociedad con la que concurría al concurso a Terawatio, del grupo Bernárdez Inversiones, del que cuelgan eléctricas y sociedades de inversión de capital variable (sicav). Aucosa se ha comprometido a invertir 324 millones en el negocio eólico tras hacerse con 216 megavatios.

Ventauría, también uno de los grandes beneficiarios con 160 megavatios (requiere una inversión de 240 millones), cuenta en su accionariado con firmas como Dalper, Inverlonso, Cafés Candelas, Ingapan y Eolicia, perteneciente a Sigo Servicios y Contratas, que explota parkings en Ourense, pero su baza financiera pasa por la Caixa Rural de Lugo. En su propuesta se comprometen a destinar otros 65 millones en proyectos de biogás, biomasa y energía solar.

"En muchos casos", dicen en el sector, "serán las propias concesiones las garantías de los créditos para financiar las inversiones". Enerxías Renovables de Galicia, del Grupo San José, prevé una inversión de 213 millones. Su matriz renegocia desde hace meses con un sindicato de bancos una deuda de 1.200 millones que asumió para adquirir la inmobiliaria Parquesol.

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