La situación en el País Vasco

Familiares de Uria siguen el acto entre gritos por los etarras

Los radicales volvieron a demostrar ayer su desfachatez y falta de respeto con la figura de Ignacio Uria, el último asesinado por ETA. Su hijo Josu, tres de sus hermanas y varios sobrinos, entre otros familiares del empresario guipuzcoano, que estuvieron presentes en el salón de plenos del Ayuntamiento de Azpeitia arropados por simpatizantes del PNV, fueron testigos de un espectáculo muy bronco y víctimas de las ofensas de los violentos. Uno de los momentos más desagradables de la sesión se produjo cuando los numerosos simpatizantes de ANV comenzaron a vociferar a favor de los presos etarras -...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Los radicales volvieron a demostrar ayer su desfachatez y falta de respeto con la figura de Ignacio Uria, el último asesinado por ETA. Su hijo Josu, tres de sus hermanas y varios sobrinos, entre otros familiares del empresario guipuzcoano, que estuvieron presentes en el salón de plenos del Ayuntamiento de Azpeitia arropados por simpatizantes del PNV, fueron testigos de un espectáculo muy bronco y víctimas de las ofensas de los violentos. Uno de los momentos más desagradables de la sesión se produjo cuando los numerosos simpatizantes de ANV comenzaron a vociferar a favor de los presos etarras -"Libertad para los presos" y "Presos, a Euskal Herria", exclamaban- para acallar lo que en ese momento estaban gritando los peneuvistas: "Inaxio, gogoan zaitugu" (Inaxio, te recordamos).

"¡Libertad para los presos!", clamaban los 'abertzales' ante el hijo de Uria

El salón de plenos se encontraba abarrotado por vecinos y periodistas. La sesión se desarrolló entre escenas de mucha tensión, con gritos y enfrentamientos verbales entre simpatizantes de uno y otro bandos. Cuando los primeros chillaban en euskera "PNV español" o "PNV fascistas", los segundos replicaban "ANV, criado de ETA". Los radicales llevaron siempre la voz cantante y se dedicaron constantemente a increpar e insultar a los concejales y seguidores peneuvistas. No pararon de lanzar consignas cada vez que el nuevo alcalde, Julián Eizmendi, quería tomar la palabra.

El alcalde saliente, Iñaki Errazkin, tuvo que pedir en varias ocasiones que cesaran los gritos e insultos para que pudiera intervenir Eizmendi, a quien los seguidores de la izquierda abertzale tacharon de "ladrón", "cacique" y "buitre". Los radicales, que portaban carteles rojos en contra de lo que consideran su "criminalización", trataron siempre de boicotear el pleno. Los peneuvistas, con carteles blancos por la paz y en memoria de Uria, les hicieron frente con las mismas armas. Estos también acusaron al edil de EA que votó en contra de la moción de ser un "chaquetero" y un "pesetero". El presidente de EA, Unai Ziarreta, aseguró en Bilbao que su partido no extenderá a otros ayuntamientos las mociones de censura contra ANV.

En una de sus intervenciones, Errazkin calificó la moción de "juicio" contra la izquierda abertzale y de "circo mediático" y "show" el desarrollo del pleno. Eizmendi justificó la iniciativa contra ANV por que quienes ostentan la representación popular deben "respetar los derechos humanos de todas las presonas". Tras la votación, el alcalde saliente y su sucesor se estrecharon la mano en medio de un fuerte griterío. En la sala se encontraban Maixabel Lasa, directora de la Oficina de Atención a las Víctimas del Terrorismo del Ejecutivo vasco, o el presidente de la Asociación de Municipios Vascos-Eudel, Jokin Bildarratz.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Sobre la firma

Archivado En