El consejo de Habitat busca con urgencia alternativas al colapso

Restaura gana tiempo con los bancos a la espera de retirar el concurso

Empieza la cuenta atrás. A la inmobiliaria catalana Habitat le queda un mes, de acuerdo con la ley, para aportar los 937 millones de euros necesarios para tapar el agujero patrimonial de la sociedad. En caso contrario, deberá presentar el concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos). Ayer el presidente de la empresa, Bruno Figueras, analizó en el Consejo de Administración las posibilidades que le quedan. Y descartada una ampliación de capital, quedan dos salidas viables: que las 37 entidades financieras acreedoras que le prestaron 1.600 millones para comprar Ferrovial Inmobiliaria conv...

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Empieza la cuenta atrás. A la inmobiliaria catalana Habitat le queda un mes, de acuerdo con la ley, para aportar los 937 millones de euros necesarios para tapar el agujero patrimonial de la sociedad. En caso contrario, deberá presentar el concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos). Ayer el presidente de la empresa, Bruno Figueras, analizó en el Consejo de Administración las posibilidades que le quedan. Y descartada una ampliación de capital, quedan dos salidas viables: que las 37 entidades financieras acreedoras que le prestaron 1.600 millones para comprar Ferrovial Inmobiliaria convengan en convertir parte de su crédito subordinado en participativo (se pasa la deuda a acciones que queda en manos de la entidad) o bien el concurso.

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Habitat no sólo tiene que aplazar el pago de los intereses del préstamo, sino que debe restablecer su equilibrio patrimonial. El presidente de la inmobiliaria, Bruno Figueras, declinó hacer ningún comentario sobre la reunión. Pero fuentes cercanas al empresario aseguraron que en el consejo, al que acudieron sus asesores de Uría Menéndez, se trató la posibilidad del concurso.

Estas fuentes recordaron que la banca aplazó el pasado jueves dar el no a Habitat. Es más, algunas entidades acreedoras, que no quieren que la morosidad siga subiendo, no se cierran a convertir parte de su crédito subordinado en participativo. Otras, en cambio, lo rechazan. No obstante, medios cercanos a Figueras explican que el empresario no quiere arrancar un acuerdo con un plan de negocio tan estricto que vuelva a hipotecar la viabilidad de la empresa.

Otra empresa catalana del sector en apuros, Restaura, se halla en una especie de comedia de situación. La inmobiliaria pidió el concurso de acreedores de una de sus sociedades, Restaura SL, hace poco más de un mes con un pasivo de 237 millones de euros.

Difícil marcha atrás

Según fuentes financieras, Restaura alcanzó el lunes un acuerdo con las 30 entidades acreedoras para lograr tres meses de margen para seguir vendiendo activos y reestructurar la deuda. Este pacto permitía a la empresa retirar el concurso de los juzgados.

Pero cuando los representantes de la sociedad fueron a retirarlo se encontraron con que el juez acababa de aceptar ese mismo día el concurso voluntario. Según algunas fuentes, la empresa ha remitido al juez una solicitud para retirar el concurso.

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