OPINIÓN

Cuentas para la crisis

El apoyo de seis diputados del PNV y dos del BNG, la abstención de un congresista de UPN y dos ausencias justificadas permitieron al partido en el Gobierno rechazar por siete escaños de diferencia las cuatro enmiendas a la totalidad presentadas contra el proyecto de Presupuestos. Sin expectativa alguna de gran coalición en el horizonte, los dos únicos partidos con amplia implantación estatal no tienen más vía para alcanzar el poder que el acuerdo con grupos nacionalistas cuando carecen de mayoría absoluta parlamentaria: si el PSOE lo hizo en 1993, 2004 y 2008, el PP recurrió a la misma ...

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El apoyo de seis diputados del PNV y dos del BNG, la abstención de un congresista de UPN y dos ausencias justificadas permitieron al partido en el Gobierno rechazar por siete escaños de diferencia las cuatro enmiendas a la totalidad presentadas contra el proyecto de Presupuestos. Sin expectativa alguna de gran coalición en el horizonte, los dos únicos partidos con amplia implantación estatal no tienen más vía para alcanzar el poder que el acuerdo con grupos nacionalistas cuando carecen de mayoría absoluta parlamentaria: si el PSOE lo hizo en 1993, 2004 y 2008, el PP recurrió a la misma fórmula en 1996. El PNV posibilitó la primera investidura presidencial de Aznar y votó los Presupuestos Generales del PP para 1997, 1998 y 1999, a la vez que muñía secretamente en paralelo su acuerdo oculto con ETA y el Pacto de Estella.

El Congreso rechazó todas las enmiendas a la totalidad presentadas contra la Ley de Presupuestos para 2009

De esta manera, el Gobierno supera la primera prueba importante -perdió antes otras de calado menor- tras la investidura presidencial por mayoría simple de Zapatero. La borrasca desencadenada sobre el sistema financiero hubiese cargado de indeseables consecuencias la devolución de la totalidad de los Presupuestos, tanto más innecesaria cuanto que las enmiendas parciales pueden modificar el texto. El Ejecutivo se habría visto forzado a encajar esa bofetada del Congreso sin poder responder con la llamada a las urnas: el artículo 115.3 de la Constitución impide la disolución parlamentaria antes de un año (marzo de 2009 en este caso) desde las anteriores elecciones. La autoridad del presidente del Gobierno español habría quedado maltrecha en el ámbito internacional para perjuicio del país entero.

Las convergencias coyunturales, unidas por el propósito de impedir la aprobación de una ley, suspenden las diferencias entre los partidos en aras de lograr un objetivo común. Pese a que la aprobación de los Presupuestos sólo exige mayorías relativas a lo largo de su tramitación, las enmiendas a la totalidad del proyecto promueven las coaliciones negativas frente a los Gobiernos sin mayoría absoluta gracias a los mecanismos reglamentarios de votación conjunta de las diferentes propuestas -cuatro esta vez- presentadas. El acuerdo con PNV y BNG ha permitido a los socialistas salvar los Presupuestos, pero el Gobierno aspira a concertar pactos estables para toda la legislatura. La incertidumbre en torno a la sentencia del Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña y la financiación autonómica frena la disponibilidad de CiU a ese apoyo genérico. Y las autonómicas vascas condicionarán igualmente el respaldo del partido jeltzale.

El principal -o único- beneficiario de la desgastadora estrategia de todos contra el Gobierno en minoría sería el PP. Pero las ineptas intervenciones de Rajoy en el debate presupuestario dan fundamento para concluir que la aplicación de los remedios recetados por el líder del PP con el fin de restablecer la deteriorada salud de la economía española terminarían por llevar a la enferma a la UVI o incluso al cementerio.

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