ERC fuerza una reunión de CiU y el tripartito para frenar la división

Mientras el número dos del Ministerio de Economía, Carlos Ocaña, lanzaba otra jarra de agua fría sobre las aspiraciones de los partidos catalanes, éstos continuaron ayer con su lucha partidista acusándose mutuamente de estar rompiendo el espíritu de unidad sobre la financiación. La cúpula de Esquerra Republicana intentó poner freno a la situación consciente de que si CiU tira la toalla y se desmarca de un eventual acuerdo, a los republicanos les será muy difícil defender el pacto ante sus bases. Y de ahí al cataclismo del tripartito habría un paso.

Por esta razón, los consejero...

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Mientras el número dos del Ministerio de Economía, Carlos Ocaña, lanzaba otra jarra de agua fría sobre las aspiraciones de los partidos catalanes, éstos continuaron ayer con su lucha partidista acusándose mutuamente de estar rompiendo el espíritu de unidad sobre la financiación. La cúpula de Esquerra Republicana intentó poner freno a la situación consciente de que si CiU tira la toalla y se desmarca de un eventual acuerdo, a los republicanos les será muy difícil defender el pacto ante sus bases. Y de ahí al cataclismo del tripartito habría un paso.

Por esta razón, los consejeros republicanos Josep Lluís Carod Rovira y Josep Huguet exigieron en la reunión semanal del Gobierno catalán la celebración inmediata de un encuentro con Convergència i Unió al más alto nivel para evitar el desmarque de CiU. Y es que el tripartito está convencido de que los nacionalistas quieren el fracaso de las negociaciones para, de esta manera, hacer insostenible la continuidad de ERC en el Gobierno.

El consejero de Economía, el socialista Antoni Castells, escuchó las reivindicaciones republicanas y citó a CiU el próximo viernes para intentar preservar algo parecido a un frente unitario. Los de Artur Mas recibieron con escepticismo la convocatoria. "Sólo acudiremos si el Gobierno se compromete a presentar una nueva propuesta de financiación", explicaron fuentes nacionalistas.

Blindaje republicano

El acuerdo se adivina complicado. En CiU todavía escuecen las acusaciones de falta de lealtad lanzadas por el tripartito. Ello se visualizó en la reunión de ayer del grupo parlamentario nacionalista, en la que varios diputados pidieron a Artur Mas una respuesta contundente. En el Gobierno catalán molesta que CiU no haya dado una respuesta "coherente" a la propuesta que el consejero Antoni Castells les envió a principios de agosto.

El presidente de ERC, Joan Puigcercós, intentó blindar a su partido de eventuales provocaciones de CiU con vistas al debate de política general de la próxima semana. Dijo Puigcercós que los republicanos no votarán ninguna resolución sobre financiación que no esté apoyada por CiU y el PSC. "No nos podemos permitir que el Parlament sea el escenario del desacuerdo catalán", dijo Puigcercós. Con esta advertencia, el líder de ERC espera evitar que su partido se vea nuevamente arrastrado por CiU con propuestas de máximos incompatibles con las posiciones del PSC.

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