Pakistán promete a Bush reforzar su frontera afgana

Pakistán asumió ayer el "fuerte compromiso" de controlar su frontera con Afganistán, según declaró el presidente de EE UU, George Bush, tras su reunión con el primer ministro paquistaní, Yusuf Raza Gilani. La necesidad de reforzar la seguridad en esta frontera dentro de la lucha antiterrorista centró la reunión que ambos celebraron en la Casa Blanca.

En referencia a las montañosas zonas del norte del país, refugio de operativos de Al Qaeda desde la invasión de Afganistán, en 2001, Bush dijo que en la reunión trataron "sobre la amenaza común a la que nos enfrentamos, extremistas que son ...

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Pakistán asumió ayer el "fuerte compromiso" de controlar su frontera con Afganistán, según declaró el presidente de EE UU, George Bush, tras su reunión con el primer ministro paquistaní, Yusuf Raza Gilani. La necesidad de reforzar la seguridad en esta frontera dentro de la lucha antiterrorista centró la reunión que ambos celebraron en la Casa Blanca.

En referencia a las montañosas zonas del norte del país, refugio de operativos de Al Qaeda desde la invasión de Afganistán, en 2001, Bush dijo que en la reunión trataron "sobre la amenaza común a la que nos enfrentamos, extremistas que son muy peligrosos". "Hablamos de la necesidad de asegurarnos que la frontera afgana sea segura y la mejor forma posible de lograrlo. Pakistán se ha comprometido a ello", añadió. Gilani secundó la idea, añadiendo que su país "se ha comprometido a luchar contra esos extremistas que destruyen y hacen del mundo un lugar menos seguro".

Ésta es la primera visita del primer ministro paquistaní después de que la oposición derrotara a los aliados del presidente Musharraf en las elecciones parlamentarias de febrero. Las relaciones entre ambos países pasan por un momento tenso tras las denuncias reiteradas de los soldados norteamericanos en Afganistán, que señalan que los terroristas pasan de un país a otro sin control y que utilizan Pakistán como refugio. El pasado junio murieron 28 soldados de la OTAN en Afganistán, la cifra más alta desde que el régimen talibán fue derrocado.

Reducto extremista

Gilani reconoció que "un pequeño número de personas en áreas tribales a lo largo de la frontera afgana son un reducto de violencia extremista" y añadió que también para su país suponen una amenaza. Bush, por su parte, aseguró que EE UU respetaba "la soberanía de Pakistán" y que la cooperación era básica porque los terroristas "no sólo dañan a los estadounidenses sino también a la población paquistaní", señaló.

La Casa Blanca ha tratado de obtener un compromiso por parte de Gilani para intentar mediar con líderes locales en Peshawar y evitar que den refugio a terroristas. El partido del primer ministro paquistaní defiende una postura más negociadora en la lucha contra el terrorismo que Musharraf, aliado incondicional de EE UU.

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