Mas defiende el concierto económico tras renunciar a él
El proyecto de Estatuto de autonomía que se aprobó el 30 de septiembre de 2005 en el Parlament con el beneplácito de todos los parlamentarios, excepto los del PP, comprendía que la Generalitat recaudaría todos los impuestos y luego los traspasaría a la Administración del Estado. No era el concierto económico de vascos y navarros, pero casi. Para describirlo se utilizaba el adjetivo de solidario.
Esta idea vuelve a hacerla suya Convergència en su ponencia sobre la refundación del catalanismo como elemento cardinal. Ahora lo bautiza como "concierto fiscal" y los nacionalistas lo de...
El proyecto de Estatuto de autonomía que se aprobó el 30 de septiembre de 2005 en el Parlament con el beneplácito de todos los parlamentarios, excepto los del PP, comprendía que la Generalitat recaudaría todos los impuestos y luego los traspasaría a la Administración del Estado. No era el concierto económico de vascos y navarros, pero casi. Para describirlo se utilizaba el adjetivo de solidario.
Esta idea vuelve a hacerla suya Convergència en su ponencia sobre la refundación del catalanismo como elemento cardinal. Ahora lo bautiza como "concierto fiscal" y los nacionalistas lo defienden "invocando los derechos históricos" de Cataluña. Además, la doctrina convergente hace uso de estos derecho históricos como "fundamento del autogobierno de Cataluña".
Pero se da la circunstancia de que quien renunció a esta suerte de concierto económico fue el mismo secretario general de CDC, Artur Mas. Fue en su reunión del 21 de enero de 2006 con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. En el encuentro se desencalló la negociación estatutaria a base de rebajar los contenidos del texto aprobado por el Parlament.
Després de esto y de que CiU promoviera el voto a favor del Estatuto recortado, los nacionalistas vuelven a pedir ahora que se recupere el modelo de financiación previsto en el texto original.