Un problema generalizado

Los médicos dispuestos a trabajar en zonas rurales son los mirlos blancos del sistema sanitario español. Cada comunidad tiene definidas sus áreas de difícil cobertura, normalmente zonas de sierra, montaña o muy alejadas de la capital de provincia en las que las autoridades sanitarias tienen verdaderos problemas para cubrir la demanda de profesionales. Algunas han establecido mejoras retributivas (de alrededor del 20% del sueldo) y buscan fórmulas para compensar a los médicos rurales, pero pocas han conseguido atajar el déficit. "Las áreas remotas siempre van a tener dificultad de cobertura", a...

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Los médicos dispuestos a trabajar en zonas rurales son los mirlos blancos del sistema sanitario español. Cada comunidad tiene definidas sus áreas de difícil cobertura, normalmente zonas de sierra, montaña o muy alejadas de la capital de provincia en las que las autoridades sanitarias tienen verdaderos problemas para cubrir la demanda de profesionales. Algunas han establecido mejoras retributivas (de alrededor del 20% del sueldo) y buscan fórmulas para compensar a los médicos rurales, pero pocas han conseguido atajar el déficit. "Las áreas remotas siempre van a tener dificultad de cobertura", asume José Luis Rocha, secretario general de Calidad y Modernización de la Consejería andaluza de Salud.

Los profesionales agradecen los esfuerzos, pero dudan de su efectividad. "A los hospitales comarcales no te trasladan, te destierran", cuenta Maite Manjón, médica de Urgencias del hospital de Osuna, a 100 kilómetros de Sevilla. Manjón acaba de decidirse a cambiar de destino y le han concedido el traslado a una consulta de atención primaria en Camas, a cuatro kilómetros de su casa en Sevilla. Lo mismo han hecho 10 de los 23 médicos de Urgencias del hospital.

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