Víctor Bravo se proclama inocente y evita un respaldo firme a su hermano
El ex senador del PNV se declara totalmente ajeno al fraude de la oficina de Irún
"¡Cómo voy a tener yo alguna responsabilidad política en unos hechos que no están probados! No tengo nada que ver con este asunto. ¿Otras personas? No lo sé". Estas declaraciones fueron realizadas ayer a este periódico por Víctor Bravo, ex senador del PNV y director general de Hacienda entre 1991 y 2003, y sintetizan lo que poco antes había expuesto durante dos horas y media a los partidos que integran la comisión de las Juntas Generales que investiga las presuntas responsabilidades políticas en el fraude cometido en la oficina de tributaria de Irún. Bravo, además de estar al frente de la Haci...
"¡Cómo voy a tener yo alguna responsabilidad política en unos hechos que no están probados! No tengo nada que ver con este asunto. ¿Otras personas? No lo sé". Estas declaraciones fueron realizadas ayer a este periódico por Víctor Bravo, ex senador del PNV y director general de Hacienda entre 1991 y 2003, y sintetizan lo que poco antes había expuesto durante dos horas y media a los partidos que integran la comisión de las Juntas Generales que investiga las presuntas responsabilidades políticas en el fraude cometido en la oficina de tributaria de Irún. Bravo, además de estar al frente de la Hacienda guipuzcoana durante el periodo en que se produjeron los hechos, es el hermano José María Bravo, ex director de esa oficina y en prisión preventiva desde hace casi un año bajo la acusación de ser el cerebro de una trama que defraudó 8,1 millones de euros a las arcas forales y pudo apropiarse de 1,6 millones.
"Yo no tengo nada que ver con este asunto. Otras personas, no lo sé"
El ex senador peneuvista, que acudió "muy tranquilo" a la cita que tenía en las Juntas, decidió guardar silencio al término de su comparecencia acogiéndose al "carácter secreto" de las deliberaciones. Sólo comentó a los periodistas que la declaración había ido "muy bien" y acabó "encantado" con lo expuesto. Después, en una conversación telefónica, Víctor Bravo aseguró que había respondido a todas las cuestiones que le formularon los representantes políticos: "He contestado a todo hasta donde yo conozco". Excusó dar detalles del contenido de su exposición aduciendo que se encontraba en la "obligación moral de respetar la confidencialidad" que rige el funcionamiento de la comisión.
No obstante, Bravo quiso dejar claro que es totalmente ajeno al fraude de Irún y que defenderá su inocencia "ante quien haga falta", porque "no tengo nada que ver con esta historia". Respecto a la posible implicación de su hermano en los hechos delictivos, se limitó a decir: "Él sabrá lo que ha hecho o no ha hecho". "Si ha hecho algo siendo yo director, ya haré lo que tenga que hacer", añadió. Según fuentes de la comisión, Bravo dijo en un momento de su exposición que "se fía" de su hermano José María, aunque evitó darle un respaldo firme al añadir: "si la justicia decide lo contrario..."
El ex director de Hacienda hizo especial hincapié en que "todavía no se han probado los hechos" en los tribunales, por lo que "no cabe buscar responsabilidades políticas" en este caso. Y apostilló: "Cuando haya hechos probados, ya tomaré las decisiones necesarias. Soy el primer interesado en saber la verdad".
El portavoz de la comisión de investigación, el socialista Julio Astudillo, indicó que el testimonio ofrecido por Bravo no le sorprendió y estuvo "dentro de lo previsto". Evitó pronunciarse acerca de si la declaración de éste fue convincente o sembró alguna duda entre los representantes políticos. También indicó que en la comparecencia se hizo "un repaso de los temas más relevantes de su etapa como director general de Hacienda".
Antes de la declaración de Bravo compareció el ex director de Finanzas y Presupuestos de la Diputación de Guipúzcoa Asier Esnal, quien tampoco quiso hacer declaraciones a los periodistas. Está previsto que hoy acudan a esta comisión los ex diputados de Hacienda José Luis Goikoetxea y Antton Marquet, ambos del PNV, que formaron parte de los gabinetes del fallecido Eli Galdos y de Román Sudupe, respectivamente.