Vecinos y oposición piden un estudio de impacto para el río

La remodelación del cauce del Manzanares a su paso por Madrid es uno de los proyectos estrella para el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón. Con la reforma del río culmina el plan de reforma de la M-30. Los túneles, escarbados durante la pasada legislatura, dejaron al descubierto decenas de hectáreas de tierra junto al Manzanares, que ahora hay que reformar.

Si el lunes varias asociaciones vecinales y ecologistas presentaron una decena de alegaciones contra el proyecto diseñado por el Consistorio, ayer le tocó el turno al PSOE municipal, que presentó otra treintena. De esta forma, ...

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La remodelación del cauce del Manzanares a su paso por Madrid es uno de los proyectos estrella para el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón. Con la reforma del río culmina el plan de reforma de la M-30. Los túneles, escarbados durante la pasada legislatura, dejaron al descubierto decenas de hectáreas de tierra junto al Manzanares, que ahora hay que reformar.

Si el lunes varias asociaciones vecinales y ecologistas presentaron una decena de alegaciones contra el proyecto diseñado por el Consistorio, ayer le tocó el turno al PSOE municipal, que presentó otra treintena. De esta forma, el plan conocido como Madrid Río nace con una fuerte oposición. La principal demanda de todas las organizaciones es que el proyecto cuente con un informe de impacto ambiental, "para reparar las infracciones contra el medio ambiente que se realizaron con las obras de la M-30", explica el portavoz socialista, David Lucas, quien considera que el proyecto para maquillar la ribera del Manzanares -que incluye una playa en el río- no debe separarse del plan de reforma de la M-30.

El soterramiento de la principal vía de circunvalación de la capital careció de impacto ambiental. El Ayuntamiento se valió de argucias legales para evitar el cumplimiento legal de establecer precauciones ambientales durante las obras. De este modo aceleró la ejecución de las obras.

Lucas precisa que el espacio a reformar ocupa más de 811 hectáreas y que requerirá una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1997. El Ayuntamiento no prevé realizar ninguna modificación de éste ni realizar un Dictamen de Impacto Ambiental.

Las asociaciones que han presentado alegaciones, entre las que están la Federación Regional de Vecinos (FRAVM), Ecologistas en Acción y Plataforma M-30 No Más Coches, critican que ya se están ejecutando algunos tramos sin haber contemplado todas las alegaciones.

Lucas considera que el plan municipal "convierte al río Manzanares en un simple canal hormigonado".

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