El rector Pérez se salva de un examen

El catedrático Antonio Vera presentó ayer, en el último día posible, su candidatura para disputarle el Rectorado de la Universidad del País Vasco (UPV) a Juan Ignacio Pérez en las elecciones previstas para el próximo 22 de mayo.

Sin experiencia de gestión ni grupos de presión en la universidad pública que le respalden, la candidatura de Vera, catedrático de Álgebra, se cimenta en el descontento del profesorado por la asignación de los pluses salariales, asunto que ha minado en los últimos tiempos la popularidad de Pérez en centros fuertes como las facultades de Ciencia y Tecnología o la...

El catedrático Antonio Vera presentó ayer, en el último día posible, su candidatura para disputarle el Rectorado de la Universidad del País Vasco (UPV) a Juan Ignacio Pérez en las elecciones previstas para el próximo 22 de mayo.

Sin experiencia de gestión ni grupos de presión en la universidad pública que le respalden, la candidatura de Vera, catedrático de Álgebra, se cimenta en el descontento del profesorado por la asignación de los pluses salariales, asunto que ha minado en los últimos tiempos la popularidad de Pérez en centros fuertes como las facultades de Ciencia y Tecnología o la de Ciencias Económicas y Empresariales de Sarriko.

Sin embargo, la improvisada candidatura es vista por buena parte de la comunidad universitaria casi como un regalo para el actual rector. Si no tuviese adversarios, el electorado tendría la posibilidad de votar sí o no a su gestión. Ganar con un alto porcentaje de abstención o con un importante porcentaje de noes -posibilidades que apuntaban la mayoría de las fuentes universitarias consultadas- supondría un gran desgaste para su gobierno. E incluso un triunfo del no hubiese obligado a repetir las elecciones.

Vera ha logrado en menos de una semana 41 avales de miembros del Claustro. Varios profesores explican que los claustrales respaldan a quien así lo solicita para promover que haya más de una candidatura. Por ahora, sólo dos catedráticos, de Matemáticas y de Ingeniería, conforman su equipo, al que tendrá que sumar nueve nombres.

En esas condiciones, el matemático no genera todavía confianza. "Es un personaje pintoresco y, por mucho cabreo que haya, no puedes presentarte con los tramos salariales como casi único elemento de campaña. No es representante de nada. La mayoría optará por la abstención", comenta un profesor de Sarriko. Otro añade: "Le va a hacer un favor al rector, que tenía mucho miedo a presentarse solo".

Un miembro del actual equipo rectoral reconoce que "tener a más de un candidato garantizará más participación". Sin embargo, niega que Pérez prefiera a un rival flojo: "No es bueno para nosotros. Tener candidatos fuertes es lo mejor para la universidad ahora que se enfrenta a proyectos serios en todos los estamentos". En Ciencia y Tecnología, donde se intentó sin éxito convencer a su anterior decano, Juan Ramón González Velasco, para que se presentase, un profesor indica que Vera "representa como mucho a una minoría monolingüe, mayor de 45 años y descontenta con los complementos".

Sólo uno de los consultados discrepa: "Si Vera une el descontento por los pluses con un proyecto positivo podría poner en aprietos a Pérez, a quien le convenía más presentarse sólo para poder decir que el suyo es el único proyecto. Cargarnos al rector sin poder poner a otro sería destruir la empresa".

Hace cuatro años, Pérez fue elegido entre siete candidatos en una segunda vuelta en que se enfrentó al catedrático Iñaki Antigüedad, identificado con la izquierda abertzale. Este año, la falta de acuerdo con los estudiantes abertzales, que preferían boicotear la campaña a participar en ella, ha impedido presentar un candidato cercano al independentismo, indican fuentes no oficiales de los sindicatos nacionalistas.