Los problemas de la sequía

Los regantes del canal d'Urgell cierran compuertas

Los responsables del canal d'Urgell, infraestructura que riega unas 76.000 hectáreas de cinco comarcas de Lleida, acordaron ayer cerrar las compuertas del canal principal hasta el miércoles a causa de las pocas reservas que hay en los pantanos de Oliana y Rialb, de los que se abastece. Estos embalses, situados ambos en la cuenca del Segre, tienen almacenados en estos momentos 70 hectómetros cúbicos de agua -31 menos que hace un año- y la mitad son inutilizables.

Los regantes del Urgell iniciaron la temporada de riego a finales de marzo, por lo que apenas han podido regar tres semanas. R...

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Los responsables del canal d'Urgell, infraestructura que riega unas 76.000 hectáreas de cinco comarcas de Lleida, acordaron ayer cerrar las compuertas del canal principal hasta el miércoles a causa de las pocas reservas que hay en los pantanos de Oliana y Rialb, de los que se abastece. Estos embalses, situados ambos en la cuenca del Segre, tienen almacenados en estos momentos 70 hectómetros cúbicos de agua -31 menos que hace un año- y la mitad son inutilizables.

Los regantes del Urgell iniciaron la temporada de riego a finales de marzo, por lo que apenas han podido regar tres semanas. Ramon Carné, presidente del canal, ha explicado que ha sido la sequía la que ha obligado a tomar esta medida provisional, a la espera de que las últimas precipitaciones de lluvia y las que puedan llegar en los próximos días mejoren los caudales del río Segre y sirvan para poder regar los cultivos de verano cuando haga más calor.

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Carné dijo que, a pesar de que la aportación del Segre ha mejorado con las últimas lluvias, se corría el riesgo de quedarse sin agua si no se cerraban las compuertas. "Dependemos de la climatología para salvar la campaña", señaló y recordó que el año pasado las lluvias de abril permitieron cerrar el canal durante casi dos meses y acumular reservas suficientes.

Los responsables de tres de las principales comunidades de regantes de Lleida, Urgell, Segarra-Garrigues y Pinyana, calificaron de inviable la propuesta del consejero de Medio Ambiente, Francesc Baltasar, de comprar agua a los regantes para compensar la merma que se producirá en el Ebro en su tramo final cuando se transfiera a Barcelona el agua sobrante del minitrasvase de Tarragona.

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