Economía rebaja al 2,8% la previsión de crecimiento

Los indicios que desde hace algunos meses apuntaban a la necesidad de corregir la previsión de crecimiento de la economía gallega para este año se convirtieron ayer en realidad. Los efectos de la crisis financiera y la reducción de actividad registrada en el sector de la construcción han obligado a la Xunta a reducir en siete décimas la tasa de crecimiento fijada en los presupuestos de 2008 y que ahora se queda en el 2,8%. El nuevo escenario macroeconómico también obliga a revisar la previsión de crear 32.400 empleos netos a lo largo de 2008, que ahora quedan reducidos a 20.500.

El cons...

Los indicios que desde hace algunos meses apuntaban a la necesidad de corregir la previsión de crecimiento de la economía gallega para este año se convirtieron ayer en realidad. Los efectos de la crisis financiera y la reducción de actividad registrada en el sector de la construcción han obligado a la Xunta a reducir en siete décimas la tasa de crecimiento fijada en los presupuestos de 2008 y que ahora se queda en el 2,8%. El nuevo escenario macroeconómico también obliga a revisar la previsión de crear 32.400 empleos netos a lo largo de 2008, que ahora quedan reducidos a 20.500.

"Antes de presentar los presupuestos ya se advertían estas tendencias"

El conselleiro de Economía e Facenda, José Ramón Fernández Antonio, anunció la revisión durante su comparecencia en la Cámara gallega para ofrecer datos sobre el nivel de ejecución presupuestaria durante el pasado año. La nueva previsión de crecimiento implica que Galicia podría llegar a crecer por debajo de la media estatal este año, ya que la última previsión del Gobierno apunta a un incremento del PIB del 3,1%. Sin embargo, este escenario es poco probable. El ministro de Economía en funciones, Pedro Solbes, ya ha apuntado que la estimación podría corregirse a la baja y el Banco de España la sitúa en el 2,4%.

Fernández Antonio explicó que la crisis financiera y el fin del boom inmobiliario son las causas principales que están obligando a corregir las previsiones de crecimiento en muchos países del mundo, pero insistió en que tanto España como Galicia están en mejores condiciones de afrontar el nuevo escenario por factores como su crecimiento superior a la media europea y la buena situación de las cuentas públicas y de sus entidades financieras.

El conselleiro señaló que uno de los indicadores que anuncian una "clara desaceleración" es el menor ritmo de crecimiento de los afiliados a la Seguridad Social en Galicia durante el primer trimestre de este año, aunque se mostró convencido de que esta coyuntura no impedirá a Galicia seguir creando empleo y avanzar en la convergencia con la UE. Ante este escenario de desaceleración, Fernández Antonio apuntó que ya se han tomado medidas como el impulso a la licitación pública o las ayudas a empresas por valor de más de 700 millones de euros que gestionarán el Igape y Xesgalicia este año.

La corrección de las previsiones económicas de la Xunta fue contestada con contundencia por el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, quien en los pasillos del hemiciclo aseguró que esta revisión supone reconocer que los actuales presupuestos son "de barro" ya que se basan en una previsión de crecimiento del 3,5%. "Es un tema muy grave", concluyó. Por su parte, durante su intervención en el pleno, el portavoz de Economía del PP, José Antonio Orza, también se refirió a esta cuestión al señalar que la revisión llega tarde porque "antes de la presentación de los presupuestos ya se advertían estas tendencias". En esta línea calificó las medidas tomadas por la Xunta para afrontar la desaceleración económica como "efectistas pero no efectivas".

Orza centró su discurso en poner en duda la eficacia de la Xunta a la hora de ejecutar los presupuestos. "Para ser razonable la ejecución presupuestaria nunca debería situarse por debajo del 90% en los capítulos de inversión, pero el pasado año el porcentaje se quedó en el 76%", indicó el portavoz del PP. Además, se refirió a la posibilidad de que la previsión de ingresos de la Xunta se vea afectada por la actual situación de crisis económica y calificó el superávit contable como "inútil".

El portavoz del BNG, Carlos Aymerich, expresó su preocupación ante la posibilidad de que medidas como la supresión del impuesto del patrimonio pueda repercutir en las arcas autonómicas. "No se debe suprimir este impuesto si, al mismo tiempo, no se toma alguna medida para gravar las grandes fortunas", indicó Aymerich. En su respuesta, Fernández Antonio aclaró que la supresión de este tipo de impuestos por parte del Estado tendrá que ser compensada en la próxima negociación del nuevo modelo de financiación autonómica.