LA CAMPAÑA DE LA FRESA

Trabajadores de Filipinas hacen 11.000 kilómetros para coger fresas

La fresa onubense tiene un poder de atracción cada vez más amplio. Filipinas, a unos 11.000 kilómetros de España, es el último país de procedencia de trabajadores que se unen al contingente internacional de braceras que viajan anualmente a Huelva. La elección asiática forma parte de un programa piloto puesto en marcha con colaboración de los ayuntamientos de Almonte, Cartaya (responsable del proyecto de inmigración laboral Aeneas Cartaya) y los representantes de Filipinas. El detonante de la experiencia es el hermanamiento entre Almonte y el pueblo filipino de Baler, de donde procede el grueso...

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La fresa onubense tiene un poder de atracción cada vez más amplio. Filipinas, a unos 11.000 kilómetros de España, es el último país de procedencia de trabajadores que se unen al contingente internacional de braceras que viajan anualmente a Huelva. La elección asiática forma parte de un programa piloto puesto en marcha con colaboración de los ayuntamientos de Almonte, Cartaya (responsable del proyecto de inmigración laboral Aeneas Cartaya) y los representantes de Filipinas. El detonante de la experiencia es el hermanamiento entre Almonte y el pueblo filipino de Baler, de donde procede el grueso de las trabajadoras.

En total se espera la llegada de 270 mujeres. 200 trabajarán en una empresa agrícola y el resto se repartirán en tres explotaciones almonteñas. Las jornaleras están contratadas para cuatro meses, pero si el resultado es positivo, fuentes del sector no descartan ampliar el tiempo y el número de trabajadores. Desde Senegal también han viajado unas 750 mujeres contratadas en origen. Los países que nutrían de mano de obra el campo onubense, como Polonia y Rumanía, han dejado de hacerlo desde su incorporación a la UE.

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