La red pública de paliativos acumula un déficit de 200 camas hospitalarias

La asociación de enfermos crónicos y terminales denuncia la falta de medios

Un total 48.143 enfermos, con patologías crónicas o en estadio terminal, requieren cuidados paliativos que alivien su sufrimiento, según un informe de la Agencia Valenciana de Salud correspondiente a 2007. Sin embargo, la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) sitúa a la Comunidad Valenciana en el furgón de cola en la lista de las autonomías con menor desarrollo de una red de cuidados paliativos.

Según un estudio sobre el grado de desarrollo de la red pública de cuidados paliativos elaborado por SECPAL, la Comunidad Valenciana y la de Castilla-La Mancha son las dos últimas re...

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Un total 48.143 enfermos, con patologías crónicas o en estadio terminal, requieren cuidados paliativos que alivien su sufrimiento, según un informe de la Agencia Valenciana de Salud correspondiente a 2007. Sin embargo, la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) sitúa a la Comunidad Valenciana en el furgón de cola en la lista de las autonomías con menor desarrollo de una red de cuidados paliativos.

La atención a los pacientes varía en función del hospital al que pertenecen
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Según un estudio sobre el grado de desarrollo de la red pública de cuidados paliativos elaborado por SECPAL, la Comunidad Valenciana y la de Castilla-La Mancha son las dos últimas regiones en ese apartado. La lista la encabezan Cataluña, Canarias y Extremadura. Ni esta entidad ni el Ministerio de Sanidad disponen de una lista oficial sobre el número de camas para paliativos por autonomías.

La oferta del sistema público valenciano, según SECPAL, apenas alcanza el medio centenar de camas hospitalarias, para una población de unos cinco millones de personas. La Organización Mundial de la Salud establece un promedio de 50 camas por millón de habitantes. Además, las unidades de hospitalización domiciliaria son deficitarias. Una simple operación aritmética demuestra que el déficit en este apartado en la Comunidad Valenciana es de 200 camas. La Consejería de Sanidad sostiene, no obstante, que el número de camas sociosanitarias asciende a 1.756 unidades. Un dato que de ser cierto supondría el mejor ratio "a nivel planetario", ironiza un prestigioso facultativo que opta por el anonimato.

Los dos pilares que sustentan la atención sociosanitaria de enfermos terminales, según las recomendaciones de sociedades sanitarias, son, por un lado, las unidades de hospitalización a domicilio (equipos de médicos y enfermeros que se desplazan a los hogares de los pacientes) y, por otro, las unidades de cuidados paliativos (unidades hospitalarias adaptadas y atendidas por un equipo interdisciplinar). Por ello, el despliegue de los cuidados paliativos de manera equitativa debe ser considerado una exigencia a las autoridades sanitarias, apunta Salvador Roig, responsable de comunicación de CC OO. En estos momentos, la aplicación de estas prestaciones sociosanitarias varía según la región e incluso del hospital al que están adscritos.La realidad de los medios habilitados por Sanidad a la atención de enfermos terminales es muy distinta de la visión que ofrecen sus responsables. "Estamos muy mal", lamenta la médico y vocal de la Secpal Amparo Gisbert, con una trayectoria de más de quince años batallando por que la Comunidad Valenciana tenga, de una vez, una red con capacidad para atender de manera óptima al colectivo de afectados y a sus familias.

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Respecto a este último recurso hospitalario, sólo el hospital Doctor Moliner, ubicado en la localidad valenciana de Serra, dispone de una unidad específica para cuidados paliativos con 21 camas. El hospital Pare Jofré, en Valencia, es un centro sanitario destinado inicialmente a enfermos crónicos, aunque una veintena de camas se reservan a pacientes terminales. "Este hospital sí procura una atención sanitaria bajo la filosofía de los cuidados paliativos, pero carece de una unidad específica", apuntilla Gisbert. En suma, la oferta valenciana de camas hospitalarias para paliativos se limita a unas cincuenta. Para engordar los datos, Sanidad incluye también otros centros como el hospital de la Magdalena, en Castellón, o el de Sant Vicent del Raspeig, en Alicante. Unos dispositivos que, sin embargo, no son considerados idóneos por la Secpal dado que acogen a todo tipo de pacientes. Además, su personal, según reseña esta sociedad médica, carece de formación específica para tratar a estos afectados, muy vulnerables física y emocionalmente.

Otro de los dispositivos sobre los que se sustenta la medicina paliativa son las unidades de hospitalización domiciliaria. Según datos facilitados por la Consejería de Sanidad, este tipo de soporte terapéutico asciende a 21 unidades. "Se trata de la mayor red de unidades de hospital a domicilio de España", reseña el departamento que dirige Manuel Cervera. Lo que garantiza que más del 80% de la población afectada disfrute de atención domiciliaria. "Esto es rotundamente incierto", dicen fuentes de la Secpal. En este apartado, según Amparo Gisbert, las unidades son "muy deficitarias". En la mayoría de ellas, sólo hay un médico y un enfermero, un personal claramente insuficiente.

La especialización en cuidados paliativos comenzó con el propósito de tratar al colectivo de enfermos oncológicos, muchos de ellos en proceso terminal. Para paliar el sufrimiento silencioso de los pacientes y de sus familias, independientemente del lugar donde residan o del hospital donde sean tratados, el Ministerio de Sanidad creó la estrategia de cuidados paliativos del Sistema Nacional de Salud, en la que han participado 60 expertos. El departamento que dirige Bernat Soria, sienta así las bases para extender los cuidados paliativos a todo el territorio.

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