Los magistrados Piñeiro y García rechazan su recusación en el 'caso Ibarretxe'

Los magistrados de la Sala Civil y Penal del Superior Fernando Ruiz Piñeiro y Antonio García se han opuesto a los argumentos aducidos por la defensa del lehendakari para apartarlos del tribunal que juzgará a Juan José Ibarretxe, a dos líderes de PSE y a cinco dirigentes de Batasuna por sus reuniones durante la pasada tregua. Rechazan estar afectados por falta imparcialidad o prejuicios que les inhabiliten para sentarse en el tribunal.

Era el primer paso, más que previsible, para que el juez instructor de las recusaciones, el también magistrado de la Sala Civil y Penal del Su...

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Los magistrados de la Sala Civil y Penal del Superior Fernando Ruiz Piñeiro y Antonio García se han opuesto a los argumentos aducidos por la defensa del lehendakari para apartarlos del tribunal que juzgará a Juan José Ibarretxe, a dos líderes de PSE y a cinco dirigentes de Batasuna por sus reuniones durante la pasada tregua. Rechazan estar afectados por falta imparcialidad o prejuicios que les inhabiliten para sentarse en el tribunal.

Era el primer paso, más que previsible, para que el juez instructor de las recusaciones, el también magistrado de la Sala Civil y Penal del Superior Antonio Subinas, comience a instruir el incidente de recusación planteado por defensas y acusaciones. La acusación popular en nombre del Foro Ermua ha recusado también a la otra juez de la Sala, Nekane Bolado.

El incidente que acabará en las próximas semanas con la decisión que finalmente adopte la Sala del 77 en relación con las recusaciones planteadas por las partes. La Fiscalía ya informó a principios de año de que existían "duda razonables sobre la parcialidad" de Piñeiro y García. Aunque desechó el grueso de los argumentos esgrimidos por los letrados de Ibarretxe, la fiscal María Ángeles Montes concluyó que no deberían formar parte del tribunal juzgador.

Imparcialidad

Frente a ese criterio, el presidente del Tribunal Superior asegura en su escrito que, durante todo el procedimiento, en sus actuaciones "no existe decisión alguna en que este magistrado haya plasmado prejuicio de ningún tipo sobre el fondo de la cuestión o sobre la culpabilidad de ninguno de los acusados, ni he tenido contacto con el material que haya podido acopiarse en la instrucción". Y sobre sus manifestaciones en relación con el caso, Piñeiro añade que "nunca" se ha "pronunciado públicamente sobre el fondo de esta causa, ni he querido hacerlo ni siquiera de forma indirecta".

En el caso del magistrado Antonio García, portavoz de la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura, éste subraya que de ninguna de las resoluciones en las que ha participado "cabe derivar tacha de sospecha objetivamente justificada que permita, con razonable y sobrado fundamento, poner en duda o tela de juicio mi capacidad para enjuiciar el proceso de forma plena y absolutamente imparcial". Y carga además contra los letrados que quieren apartarle: "El disgusto de uno de los recusantes al no obtener del tribunal respuestas jurídicas más de su gusto o en mayor sintonía con sus opiniones", dice, no justifica "la puesta bajo sospecha de la imparcialidad judicial".

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