Los docentes, contrarios a la reducción de las lenguas en bachillerato
Menos tiempo para las lenguas a cambio de más especialización. Es el relevo que dibuja el proyecto del nuevo bachillerato, que empezará a aplicarse el próximo curso en Cataluña. "Es lamentable", subrayó el catedrático del Instituto Jaume Balmes de Barcelona Joan Estruch con relación a que la lengua catalana y la castellana pasen de tres a dos horas semanales. Su contundencia contrasta con la postura del director general de Educación Básica y Bachillerato, Jaume Graells, que ayer defendió el cambio y aseguró que "no sorprenderá a nadie".
Los docentes discrepan. "Es ridículo para unas asi...
Menos tiempo para las lenguas a cambio de más especialización. Es el relevo que dibuja el proyecto del nuevo bachillerato, que empezará a aplicarse el próximo curso en Cataluña. "Es lamentable", subrayó el catedrático del Instituto Jaume Balmes de Barcelona Joan Estruch con relación a que la lengua catalana y la castellana pasen de tres a dos horas semanales. Su contundencia contrasta con la postura del director general de Educación Básica y Bachillerato, Jaume Graells, que ayer defendió el cambio y aseguró que "no sorprenderá a nadie".
Los docentes discrepan. "Es ridículo para unas asignaturas tan básicas", continuó Estruch. Los profesores convienen en que el bachillerato necesita potenciar las distintas modalidades, pero no en que lo haga a costa de las lenguas. "Es desnudar un santo para vestir otro", ilustró Rafael Vidal, profesor de Filosofía en el IES Jaume Salvador i Pedrol, de Sant Joan Despí. "La medida sería buena si perjudicara a asignaturas secundarias", resumió Felipe de Vicente, presidente de la Asociación de Catedráticos de Secundaria. "Hay una materia que sobra: Ciencias para el Mundo Contemporáneo. Y absorbe dos horas cada semana", razonó De Vicente.
Horas de especialidad
Los profesores de materias científicas, supuestamente favorables a la medida, coinciden en la misma posición. "Necesitamos más horas de especialidad, pero deberían reducir materias secundarias", dijo Maite Solé, profesora de Biología en el Instituto Infanta Isabel de Aragón, de Barcelona. Solé se refiere a que los cerca de 80.000 alumnos que se prevé que estudiarán bachillerato el año que viene en Cataluña seguirán cursando historia y filosofía -tres horas semanales cada una en el segundo curso, según el nuevo plan- aunque hayan escogido la opción científica.
El problema, sin embargo, viene de antes: el dominio del catalán y del castellano, según todos los docentes consultados, debería solventarse ya en secundaria. "Si no lo logramos, habremos fracasado como profesionales", sentencia Solé.