Revistas científicas en España

Suscribo lo escrito por el señor Aréchaga ('Revistas científicas en España, entre el aldeanismo y el desdén') en su alegato a favor de las revistas científicas españolas. Hace unos años nuestro ente directivo (CSIC) hizo una razia para suprimir o dejar sin financiación, que es lo mismo, revistas científicas que veníamos editando desde hacía muchos años. Con gran esfuerzo individual por parte de colegas se ha podido asegurar la supervivencia de algunas de ellas, como Graellsia, que permite a este museo el intercambio de numerosas revistas extranjeras.

Pero la política oficial sobr...

Suscribo lo escrito por el señor Aréchaga ('Revistas científicas en España, entre el aldeanismo y el desdén') en su alegato a favor de las revistas científicas españolas. Hace unos años nuestro ente directivo (CSIC) hizo una razia para suprimir o dejar sin financiación, que es lo mismo, revistas científicas que veníamos editando desde hacía muchos años. Con gran esfuerzo individual por parte de colegas se ha podido asegurar la supervivencia de algunas de ellas, como Graellsia, que permite a este museo el intercambio de numerosas revistas extranjeras.

Pero la política oficial sobre revistas científicas no ha sido más que un aspecto de la falta de criterio de nuestras instituciones oficiales sobre el metabolismo diario de la ciencia en nuestro país. Un aspecto patético es lo que en 2003 mencionaba en la revista Nature el reciente premio Príncipe de Asturias Peter Lawrence, al referirse a cómo los burócratas de nuestro país evalúan con 'precisión matemática' el trabajo de nuestros científicos.

Sólo añadiría al comentario de Aréchaga que los aldeanos no son culpables de su corto horizonte. El término adecuado para lo que quiere expresar es 'paletos'.