Apuntes

Las universidades aplazan un año su adaptación al espacio europeo

Mantendrán hasta el límite legal las licenciaturas, diplomaturas e ingenierías

Ningún título de grado, adaptado al Espacio Europeo de Educación Superior, arrancará el año que viene en las universidades públicas valencianas. Los rectores han cerrado un acuerdo para retrasar un año el proceso que eliminará las licenciaturas (cinco años), las diplomaturas (tres) y la diferencia entre ingenierías (cinco) y carreras técnicas (tres) para reunirlas en una nueva categoría: La de grado, que las igualará en duración (cuatro años), tendrá un primer curso básico común para las carreras de una misma área de conocimiento y las armonizará con las del resto del continente. Otras univers...

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Ningún título de grado, adaptado al Espacio Europeo de Educación Superior, arrancará el año que viene en las universidades públicas valencianas. Los rectores han cerrado un acuerdo para retrasar un año el proceso que eliminará las licenciaturas (cinco años), las diplomaturas (tres) y la diferencia entre ingenierías (cinco) y carreras técnicas (tres) para reunirlas en una nueva categoría: La de grado, que las igualará en duración (cuatro años), tendrá un primer curso básico común para las carreras de una misma área de conocimiento y las armonizará con las del resto del continente. Otras universidades españolas ya han anunciado que tomarán el camino contrario. El sistema valenciano se sitúa en el límite, dado que todas las titulaciones del Estado deben estar adaptadas a Europa en el año 2010.

Los rectores llegan a "un pacto de no agresión" para que nadie abra la veda

La decisión requería "un pacto de no agresión", señala un rector; que ninguno tratara de ganar posiciones solicitando un nuevo título antes que el vecino. De conseguirlo (las propuestas de los campus serán revisadas por las agencias de calidad española y valenciana), lo lógico sería que la Generalitat impidiera la implantación en la universidad de al lado.

La competencia por las carreras ha tenido episodios memorables. Como el que enfrentó, en 2004, a la Universitat de València y a la Politécnica por Biotecnología, considerada una carrera de futuro, que finalmente el Consell concedió a la segunda. Aquello levantó una polvareda; pocas semanas después de conquistar el título, Justo Nieto, rector de la Politécnica, dejó el cargo que ocupaba desde hacía 19 años para integrarse en el Gobierno valenciano.

El clima, sin embargo, ha cambiado. Se impone la pacificación y los rectores insisten en las últimas semanas en que ninguna universidad pública debe pedir ninguna carrera sin alcanzar previamente un consenso con el resto de campus. Se trata, apunta un rector, de una voluntad de "autorregulación" en la que no ha intervenido hasta ahora la Consejería de Educación. Aunque no hace falta ser adivino, sigue la misma fuente, para concluir que a la Generalitat le complace ahorrarse problemas y polémicas.

"Partiendo de que no se van a producir agresiones, por llamarlas de algún modo, desde ninguna universidad, la verdad es que no tenemos necesidad de ir con ninguna prisa. El decreto que regula los títulos de grado salió hace poco y los plazos que tenemos son cortos. Es mejor tomarse las cosas con calma y hacerlas bien", explica el rector.

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El decreto que establece la ordenación de los títulos de grado apareció en el BOE el 30 de octubre. Las universidades tienen como límite para presentar sus propuestas de carreras el 15 de febrero. A cambio, el Gobierno se ha comprometido a estudiar las solicitudes y dar una respuesta en tres meses, lo que permitiría ponerlos en marcha en el curso 2008-2009.

Puede parecer apresurado para un cambio tan trascendental. Pero en realidad no lo será tanto. En un primer momento, la mayoría de universidades hará una "apertura muy aproximativa". Lo que significa que inicialmente adaptarán las carreras cambiándolas lo mínimo.

Velocidad de crucero hacia Medicina

Las públicas no propondrán ningún título de grado. Ese es el acuerdo. Podría hacerse, sin embargo, alguna excepción por motivos estratégicos y sin entrar en colisión con otro campus, comenta un rector. Las privadas son otro mundo. Aunque todavía no han presentado solicitudes oficiales, se conocen las prisas de la Universidad Católica San Vicente Mártir de Valencia por implantar Medicina. El centro del Arzobispado tiró la toalla en su pulso con el Estado después de que el Ministerio de Educación le ofreciera las mismas garantías que al resto de universidades: presentando la solicitud antes del 15 de febrero, la respuesta oficial llegaría en menos de tres meses. Ésta será con toda probabilidad positiva.

Entre otras razones porque ya cuando intentó su aprobación antes del verano, presentó unos planes de estudios que ya existen en otras facultades. En el caso de Medicina, será probablemente el de la Universidad de Navarra, vinculada al Opus Dei, con la que la sintonía es total. Con ello quedaba garantizada la apertura de la nueva facultad en el curso 2008-2009 y, forzando la máquina, en las últimas semanas del actual, lo que podría desembocar en un nuevo conflicto.

¿Qué está ocurriendo en otras comunidades autónomas? En Cataluña se anunció hace tres semanas un aplazamiento similar al valenciano, aunque no tan drástico. El total de títulos de grado solicitados para el año que viene se situaría entre el 10% y el 20% de la oferta total.

Y ha habido universidades, como la Carlos III de Madrid, conocida por su apuesta por la innovación académica, que ya han declarado que las renovarán todas. "Nos parece bien y puede resultarnos útil", dice un rector valenciano, "para ver cómo se adaptan a la transición y qué problemas se encuentra para poder evitarlos nosotros en la medida de lo posible".

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