El yacimiento de dinosaurios
Cuenca, como Teruel, es una hermosa provincia que sufre cierta marginación por ser pobre en población e industria, aunque rica en naturaleza. Quizá por ello no nos ha sorprendido leer en su edición del viernes 16 de noviembre que, cerca de la capital, en el pequeño pueblo de Fuentes, las obras del AVE han dejado al descubierto "el yacimiento de dinosaurios más rico de Europa", aunque sí nos ha impresionado muchísimo la fotografía que ilustra el artículo con la paleontóloga Fátima Marcos al lado de huesos de increíble tamaño y excelente estado de conservación. Continuando con la noticia, nos ha...
Cuenca, como Teruel, es una hermosa provincia que sufre cierta marginación por ser pobre en población e industria, aunque rica en naturaleza. Quizá por ello no nos ha sorprendido leer en su edición del viernes 16 de noviembre que, cerca de la capital, en el pequeño pueblo de Fuentes, las obras del AVE han dejado al descubierto "el yacimiento de dinosaurios más rico de Europa", aunque sí nos ha impresionado muchísimo la fotografía que ilustra el artículo con la paleontóloga Fátima Marcos al lado de huesos de increíble tamaño y excelente estado de conservación. Continuando con la noticia, nos ha entristecido saber que los paleontólogos trabajan a contrarreloj, pues disponen sólo hasta fin de mes para salvar lo posible.
Por otra parte, somos conscientes de que la llegada del AVE a Cuenca (no a la capital, a pesar del clamor popular) será un indudable factor de progreso, y nos preguntamos: ¿tienen que estar reñidos progreso y ciencia o cultura? ¿no es posible desviar el trazado para salvar el yacimiento? ¿no puede ser este yacimiento un vector de riqueza para el pequeño pueblo de Fuentes y para la provincia?
Querríamos estar seguros de que en un país civilizado, como se supone al nuestro, los responsables actuarán con prudencia. Desde aquí pedimos al Estado español, a los ministerios implicados (Fomento, Educación y Ciencia...), a la Comunidad de Castilla-La Mancha, a la Diputación Provincial y a los respectivos ayuntamientos (Fuentes y Cuenca) que actúen con sensatez y preserven un patrimonio que, como la ciudad de Cuenca, es de la humanidad, aunque aún no haya sido declarado como tal.