La Ertzaintza no duda de que Ramón Talegón fue el asesino de su suegra

El inspector de la Ertzaintza que dirigió las investigaciones del asesinato de la vecina de Vitoria Pilar Achaerandio, de 75 años, sostuvo ayer, durante la segunda jornada del juicio, la culpabilidad de Ramón Talegón, el hostelero acusado del asesinato de su suegra. El inspector precisó que la principal prueba contra el imputado es el dinero con restos de sangre de la víctima hallado en el asador que regentaba y que había escondido detrás de un calentador.

El juicio comenzó el lunes por la mañana con la elección del jurado y con la declaración del acusado, que proclamó su inocencia. E...

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El inspector de la Ertzaintza que dirigió las investigaciones del asesinato de la vecina de Vitoria Pilar Achaerandio, de 75 años, sostuvo ayer, durante la segunda jornada del juicio, la culpabilidad de Ramón Talegón, el hostelero acusado del asesinato de su suegra. El inspector precisó que la principal prueba contra el imputado es el dinero con restos de sangre de la víctima hallado en el asador que regentaba y que había escondido detrás de un calentador.

El juicio comenzó el lunes por la mañana con la elección del jurado y con la declaración del acusado, que proclamó su inocencia. En la sesión del lunes por la tarde subió al estrado la hija pequeña de la víctima, quien contradijo algunas de las declaraciones del hostelero, como que desconocía dónde estaba la caja fuerte. de la víctima. La anciana fue hallada muerta en su vivienda de la calle de La Paz de la capital alavesa el 6 de agosto de 2006, tumbada debajo de la caja fuerte, y en medio de un charco de sangre. Tenía un golpe en la cabeza y la caja estaba vacía.

Talegón, que en un principio negó haber visitado a su suegra la mañana del crimen, tuvo que reconocer finalmente, tras ser filmado por unas cámaras de videovigilancia, que sí estuvo en la casa. En ese momento ofreció una nueva versión. Según dijo, no llegó a entrar en el domicilio porque nadie le abrió la puerta. También sostuvo que el dinero manchado con sangre de la víctima estaba en la escalera de la casa. Otra de las pruebas contra el acusado es que entre las uñas de la víctima había restos de fibra del pantalón vaquero que llevaba aquel día. En la casa no encontraron huellas de Talegón.

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