Los problemas de las infraestructuras

El caos ferroviario obliga a Zapatero a acudir al Congreso

Preocupación en el PSC porque la crisis afecta de lleno a sus feudos

El caos ferroviario de Barcelona ha disparado todas las alarmas electorales en el Gobierno central, en el catalán y en los partidos que los apoyan. Cinco socavones en dos semanas en las vías de Cercanías han acabado de minar la confianza ciudadana en el servicio. Los gestores políticos temen repercusiones en las urnas a escasos cinco meses para las elecciones. José Luis Rodríguez Zapatero se explicará finalmente en el Congreso el miércoles de la próxima semana. Lo hará a petición propia pero después de que se lo hayan exigido el PP, CiU, ERC e ICV.

El presidente del Gobierno lo anunció ...

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El caos ferroviario de Barcelona ha disparado todas las alarmas electorales en el Gobierno central, en el catalán y en los partidos que los apoyan. Cinco socavones en dos semanas en las vías de Cercanías han acabado de minar la confianza ciudadana en el servicio. Los gestores políticos temen repercusiones en las urnas a escasos cinco meses para las elecciones. José Luis Rodríguez Zapatero se explicará finalmente en el Congreso el miércoles de la próxima semana. Lo hará a petición propia pero después de que se lo hayan exigido el PP, CiU, ERC e ICV.

El presidente del Gobierno lo anunció ayer, día en que permanecían cortadas tres de las seis líneas de Cercanías de Cataluña y miles de usuarios tuvieron que buscarse la vida con transportes alternativos. La preocupación es máxima en La Moncloa. Lo demuestra el hecho de que sea Zapatero, y no la ministra de Fomento, quien comparezca la próxima semana. El pasado verano, cuando comenzaron los problemas, las explicaciones las dio Magdalena Álvarez.

También hay inquietud en el Partit dels Socialistes. Sus bastiones electorales del Baix Llobregat y el sur de Barcelona son los más afectados por el caos. Ciudades como L'Hospitalet y Sant Boi, donde el voto socialista alcanzó cotas del 55% en las últimas generales, apenas ven circular trenes desde el sábado. "Esto no estimula a que nuestra gente vaya a votar", reconoció ayer en privado un dirigente del PSC.

Inaugurar el AVE en la fecha prevista -21 de diciembre- ya no es una prioridad para los socialistas catalanes. "Primero es la seguridad de las obras y el buen funcionamiento de Cercanías", dijo ayer el portavoz del partido, Miquel Iceta, en la línea de lo que ya indicó el sábado el presidente de la Generalitat.

"Aceptaremos lo que digan los técnicos", dijo sobre el terreno el secretario de Estado de Infraestructuras, Victor Morlán, al ser preguntado por la fecha de inauguración del AVE. "La única prisa que puede haber es darle el mejor servicio al ciudadano", añadió la ministra. La falta de compromisos concretos molestó al Gobierno catalán. El consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal, dijo estar "indignado". Prometió contenerse "por la racionalidad".

La crisis será hoy el asunto central de la reunión semanal del Gobierno catalán. "Habrá una toma de posición contundente, aunque el asunto no sea competencia autonómica", avanzaron ayer fuentes del Ejecutivo de José Montilla. Y añadieron: "A los ciudadanos no les importa de quién sea la culpa: sólo quieren soluciones".

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Los socios del PSC en la Generalitat dudan también de otro compromiso de Zapatero: el traspaso de Cercanías a la Generalitat en enero. Esquerra Republicana e Iniciativa-Esquerra Unida no quieren gestionar un servicio que no funciona. "Sería una temeridad aceptar la transferencia en estas condiciones", dijo el portavoz de ERC, Joan Ridao.

Centenares de usuarios hacen cola para coger los autocares alternativos a los trenes en Barcelona, ayer.CARLES RIBAS

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