"Poca cultura de prevención"

"Voy al médico cuando noto algo. Según salen los problemas van resolviéndose". Rafael Fernández, de 73 años, acaba yendo al urólogo anualmente y al médico de familia cada vez que aparece "algún achaque". Cuando se le habla de prevenirlos contesta riéndose: "Yo qué sé... soy muy antiguo". Sólo el 5% de los mayores de 65 años no va nunca al médico, según la coordinadora de la unidad de procesos asistenciales del SAS, Paloma Porras. "El resto ha consultado con su médico en algún momento a lo largo del último año", asegura.

Ante la resistencia de algunos a someterse a chequeos rutinarios cu...

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"Voy al médico cuando noto algo. Según salen los problemas van resolviéndose". Rafael Fernández, de 73 años, acaba yendo al urólogo anualmente y al médico de familia cada vez que aparece "algún achaque". Cuando se le habla de prevenirlos contesta riéndose: "Yo qué sé... soy muy antiguo". Sólo el 5% de los mayores de 65 años no va nunca al médico, según la coordinadora de la unidad de procesos asistenciales del SAS, Paloma Porras. "El resto ha consultado con su médico en algún momento a lo largo del último año", asegura.

Ante la resistencia de algunos a someterse a chequeos rutinarios cuando se sienten bien, Porras argumenta: "Sirven paraminimizar las complicaciones de lesiones futuras; mejoran el nivel de autonomía". En los chequeos realizados se han identificado 81.832 problemas de salud, entre los que destacan casos de diabetes mellitas, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, hipertensión y alergias, según la consejería. Además, se han detectado 50.868 problemas relacionados con dificultades para el cuidado personal o aplicación inadecuada del tratamiento y 14.799 mayores con riesgo de sufrir caídas. "Los avances de la medicina aún tienen un efecto de rechazo", explica Porras.

En una consulta de la localidad sevillana de Mairena del Aljarafe, la odontóloga María Dolores Sevilla advierte la misma tendencia. "Hay gente que, a menos que se vea una caries, piensa que no tiene que ir al dentista; falta educación sanitaria". En las revisiones, se realiza desde el sellado de fisuras en las piezas permanentes a la extracción de piezas dentarias, pasando por empastes o limpiezas bucales. "Lo importante es vigilar la dentición desde que sale y concienciar de la importancia de la higiene y los hábitos alimentarios", explica Sevilla.

Según la encuesta publicada por el Instituto de Estudios Sociales de Andalucía en abril de 2005, el principal motivo para no ir al dentista fue que "el niño no lo ha necesitado" (35,4%). El coordinador del programa en Córdoba y Málaga, José Lozano asegura, que falta "cultura preventiva. No hay una necesidad percibida, hay que educar desde pequeños y enseñar que la prevención evita otros problemas".

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