El Parlamento ampara a la UPV en su enfrentamiento con jóvenes radicales

La Universidad del País Vasco (UPV) ha estado más presente en los últimos meses en los debates parlamentarios por los incidentes violentos que protagonizan en sus instalaciones jovenes radicales que por su actividad académica. Ayer se reprodujo de nuevo esa circunstancia. El pleno de la Cámara respaldó a la UPV en su lucha por atajar la conflictividad y animó al rector a concluir el protocolo en el que lleva trabajando desde hace varios meses para coordinarse mejor con el Departamento de Interior.

El tripartito, el PSE y el PP transaccionaron la propuesta, que no pretende inmiscuirse e...

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La Universidad del País Vasco (UPV) ha estado más presente en los últimos meses en los debates parlamentarios por los incidentes violentos que protagonizan en sus instalaciones jovenes radicales que por su actividad académica. Ayer se reprodujo de nuevo esa circunstancia. El pleno de la Cámara respaldó a la UPV en su lucha por atajar la conflictividad y animó al rector a concluir el protocolo en el que lleva trabajando desde hace varios meses para coordinarse mejor con el Departamento de Interior.

El tripartito, el PSE y el PP transaccionaron la propuesta, que no pretende inmiscuirse en el trabajo que desarrolla el rector, según explicó la parlamentaria socialista Isabel Celaá, sino que sólo pretende hacerle saber que cuenta con su apoyo.

A pesar de que la iniciativa resultó transaccionada, el debate no estuvo exento de cierta polémica. El texto critica los incidentes que se desarrollan "bajo supuestas reivindicaciones legítimas", en alusión a que los radicales han esgrimido en ocasiones su oposición al Proceso de Bolonia para causar los incidentes. En este punto, el portavoz de Ezker Batua, Oskar Matute, precisó que esas reivindicaciones "no tienen nada de supuestas", sino que resultan "plenamente legítimas", aunque en ningún caso hay que recurrir a la violencia.

Matute acusó al Partido Popular, quien insistían en el término "supuestas", de intentar convertir la universidad pública en un centro similar a las academias militares de Estados Unidos. "El modelo tiene que ser el de las universidades de mayo del 68 francés", resaltó.

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