Reportaje:

Una disputa empresarial transoceánica

El litigio que mantienen dos de los más importantes empresarios de Benidorm, Puchades y Magraner, llega hasta Paraguay

De Benidorm a Paraguay. De 2002 a 2007. Cinco años llevan embroncados la familia Puchades Ortiz y el notario Antonio Magraner en una disputa empresarial transoceánica que empezó hace cinco años en el parque de ocio Aqualandia de Benidorm y sigue en el Chaco paraguayo a cuenta de la inmobiliaria Rincón Charrúa SA, donde ambos comparten inversiones y negocios. La disputa no pasaría de ser una más de las muchas que se producen entre socios, si no fuera porque contiene los elementos de todo un culebrón con pistoleros a sueldo por el medio, presuntos tráficos de influencias en la justicia y el gobi...

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De Benidorm a Paraguay. De 2002 a 2007. Cinco años llevan embroncados la familia Puchades Ortiz y el notario Antonio Magraner en una disputa empresarial transoceánica que empezó hace cinco años en el parque de ocio Aqualandia de Benidorm y sigue en el Chaco paraguayo a cuenta de la inmobiliaria Rincón Charrúa SA, donde ambos comparten inversiones y negocios. La disputa no pasaría de ser una más de las muchas que se producen entre socios, si no fuera porque contiene los elementos de todo un culebrón con pistoleros a sueldo por el medio, presuntos tráficos de influencias en la justicia y el gobierno paraguayos, falsificación de documentos y familiares enfrentados. Un Falcon Crest benidormí.

La prensa paraguaya publicó que un sicario cobró 30.000 euros para asesinar a Puchades

Todo empezó en 2002 en Benidorm cuando Antonio Magraner -casado con Josefa María Balaguer Puchades -se hizo con el control de Aqualandia, dejando a los Puchades como accionistas minoritarios en una maniobra que estos atribuyen a su condición de "notario público y familiar cercano". Magraner niega la mayor: "Rencillas familiares" propias de "gente celosa y rencorosa". "He ganado la partida por goleada, 6 a 0", con seis sentencias favorables. La última dictada por la Corte Suprema de Justicia de Paraguay el pasado mes de mayo sobre el control de Rincón Charrúa.

Los Puchades invirtieron en 1986 parte de su patrimonio, 6 millones de euros, en Paraguay. A su grupo inversor se sumó posteriormente el notario, pero en 2004 las cosas se torcieron y los primeros creyeron descubrir que Magraner había falsificado las firmas y modificado los estatutos de la inmobiliaria. El notario llegó a estar imputado y en busca y captura por el proceso penal impulsado por los Puchades. La Corte Suprema paraguaya, sin embargo, falló a favor de Magraner, lo que provocó una airada reacción contra la justicia por parte de los Puchades. En un comunicado publicado el 7 de junio en el ABC de Paraguay, los hermanos Jaime y Alfonso Puchades Orts señalaban que con esta decisión "[los jueces] prestan colaboración a extranjeros que con intenciones de pura ambición personal encuentran apoyo y hospitalidad en esta república con desmedro del prestigio del país". Dos días después, Jaime Puchades denunció que dos sicarios entraron en su hotel, uno de los cuales le encañonó con una pistola. El ABC paraguayo llegó a publicar que uno de los asaltantes confesó, supuestamente, que habían recibido "30.000 euros para asesinarle". Los ladrones se llevaron 3.000 euros y 2 millones de guaraníes". Por si la supuesta amenaza de muerte no fuera suficiente, el abogado de los Puchades argumentaba en la prensa que el fallo era consecuencia de un apaño urdido entre el ministro de Industria de Paraguay y Antonio Magraner en España. "Maquinaciones que se tejen a ambos lados del Atlántico", era la forma de aludir de los hermanos Puchades a la supuesta conspiración en un anuncio que se publicó en el ABC paraguayo.

El notario se defiende y acusa a Puchades de haber falsificado documentos y de estar procesado en Paraguay. Según Magraner, el ministerio fiscal de este país se ha querellado contra sus paisanos de Benidorm por "manifiestas falsedades e irregularidades". Dice el notario que Puchades está obligado a personarse cada dos meses en el juzgado, y sólo puede viajar "gracias a una altísima fianza", explica. "La Embajada española tuvo que actuar en mi favor ante los despropósitos y mentiras", señala. Sobre la reunión con el ministro paraguayo afirma: "Me reuní porque fue una iniciativa de la Cámara de Comercio que nada tiene que ver con la causa judicial".

El culebrón continúa.

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