Árboles secos en la ruta de los pantanos

Una operación que ha acabado con demasiadas complicaciones. Los árboles trasplantados por la Comunidad para evitar que fueran arrasados por las obras de desdoblamiento de la calzada de la M-501 (carretera de los pantanos) no gozan de buena salud. Un estudio llevado a cabo por la organización ecologista Sierra Oeste Desarrollo Sostenible revela que un 64% de los 812 árboles que se cambiaron de lugar está muerto. Las 547 encinas han corrido peor suerte: su mortalidad alcanza el 65%. La Consejería de Transportes, responsable del traslado, no da cifras sobre la situación de los árboles, per...

Una operación que ha acabado con demasiadas complicaciones. Los árboles trasplantados por la Comunidad para evitar que fueran arrasados por las obras de desdoblamiento de la calzada de la M-501 (carretera de los pantanos) no gozan de buena salud. Un estudio llevado a cabo por la organización ecologista Sierra Oeste Desarrollo Sostenible revela que un 64% de los 812 árboles que se cambiaron de lugar está muerto. Las 547 encinas han corrido peor suerte: su mortalidad alcanza el 65%. La Consejería de Transportes, responsable del traslado, no da cifras sobre la situación de los árboles, pero sostiene que el final del verano no es un momento para saber cómo se encuentran por las altas temperaturas que han soportado.

Los pinos tampoco han superado el trance. La Consejería se ha visto obligada a talar varios: 10, según sus datos; 58, de acuerdo con el estudio de los ecologistas. Estaban afectados por una plaga muy contagiosa de tomicus, un escarabajo que excava galerías en el tronco hasta que acaba con el árbol. Transporte asegura que se van a reponer todos.

El Gobierno regional inició la replantación de los árboles afectados por el ensanche de la M-501, entre Quijorna y Navas del Rey, en septiembre de 2006, e informó de que el traslado afectaría a 3.300 ejemplares. El coste de estos trabajos se estimaba entre tres y cuatro millones de euros. Finalmente, y según los datos de la Consejería, se han trasladado 1.092 árboles, entre encinas, pinos, fresnos y chopos. El estudio realizado por los ecologistas reduce este número a 812.

La organización ecologista sostiene que la actuación ha sido un "fracaso anunciado", debido a que no se cumplieron los mínimos condicionantes para garantizar la supervivencia de los árboles. "No se han respetado fechas de paradas vegetativas y se han movido sin cuidado", indica Concha Velasco, portavoz de Sierra Oeste Desarrollo Sostenible.

Otro de los problemas es que se cambió a los árboles de ubicación sin la raíz suficiente, explica Laura Mendiburu, autora del estudio sobre el estado actual de los trasplantes: "La cantidad de cepellón necesaria depende del diámetro del árbol. Por ejemplo, si se mueve una encina con un tronco de 30 centímetros de diámetro, el cepellón debe medir como mínimo dos metros", aclara.

Fuentes de la Consejería de Transportes aseguran, por su parte, que el trasplante se llevó a cabo por equipos expertos y con todas las garantías. "Ahora se vigila día a día la evolución del arbolado", dicen.