Cuatro contribuyentes testifican que dieron dinero en efectivo a Bravo

Cuatro de los al menos 33 contribuyentes afectados por el supuesto fraude en la oficina de la Hacienda foral en Irún ratificaron ayer ante la juez instructora que entregaron distintas cantidades de dinero al ex director de dicha entidad, José María Bravo, para saldar sus deudas fiscales. Los cuatro insistieron en que hicieron los depósitos en efectivo y en el despacho oficial del principal imputado, quien supuestamente se apropió del dinero. Dos de ellos precisaron que trataron directamente con Bravo, ahora en la cárcel, mientras que los otros dos indicaron que llevaron a cabo el trámite a tra...

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Cuatro de los al menos 33 contribuyentes afectados por el supuesto fraude en la oficina de la Hacienda foral en Irún ratificaron ayer ante la juez instructora que entregaron distintas cantidades de dinero al ex director de dicha entidad, José María Bravo, para saldar sus deudas fiscales. Los cuatro insistieron en que hicieron los depósitos en efectivo y en el despacho oficial del principal imputado, quien supuestamente se apropió del dinero. Dos de ellos precisaron que trataron directamente con Bravo, ahora en la cárcel, mientras que los otros dos indicaron que llevaron a cabo el trámite a través de sendos asesores.

Tras las vacaciones, el Juzgado de Instrucción número 2 de Irún reactivó ayer la investigación tomando declaración como testigos a los citados cuatro contribuyentes. Estaba convocado un quinto, quien no pudo acudir por enfermedad. La juez ha llamado a declarar hasta noviembre a 46 personas, la mayoría contribuyentes.

Las cuatro que testificaron ayer, autónomos o pequeños empresarios, se ratificaron en lo dicho en su día ante la Ertzaintza. Relataron que Bravo les ofreció negociar a la baja el pago de sus deudas fiscales ante las dificultades que tenían para hacerles frente.

Coincidieron en que Bravo les ofreció pagar las cantidades fijadas de forma fraccionada, pero siempre en metálico. Los abonos se realizaron en la oficina de Hacienda, por lo que los contribuyentes, que recibieron un justificante, quedaron convencidos de que su deuda se hallaba saldada. La Fiscalía sostiene que Bravo no ingresó ese dinero en las arcas forales, sino que se lo quedól.

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