La principal industria privada vasca firma el convenio con división sindical

Las centrales nacionalistas convocan paros en Mercedes

La mayor empresa industrial vasca, la planta de la multinacional Mercedes en Vitoria, con 3.200 trabajadores, firmó ayer con la mayoría sindical que forman UGT, CCOO y USO, que suman 15 de los 27 delegados del comité, un convenio colectivo para cuatro años frontalmente cuestionado por las centrales nacionalistas. Estas últimas -ELA, LAB y ESK- han convocado paros a partir del próximo jueves. La plantilla ya rechazó ese convenio en referéndum en junio pasado por 159 votos.

El convenio será de eficacia limitada, es decir que los trabajadores que quieran vincularse a él deberán firmarlo in...

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La mayor empresa industrial vasca, la planta de la multinacional Mercedes en Vitoria, con 3.200 trabajadores, firmó ayer con la mayoría sindical que forman UGT, CCOO y USO, que suman 15 de los 27 delegados del comité, un convenio colectivo para cuatro años frontalmente cuestionado por las centrales nacionalistas. Estas últimas -ELA, LAB y ESK- han convocado paros a partir del próximo jueves. La plantilla ya rechazó ese convenio en referéndum en junio pasado por 159 votos.

El convenio será de eficacia limitada, es decir que los trabajadores que quieran vincularse a él deberán firmarlo individualmente. Las tres centrales firmantes facilitaron ayer a la empresa el listado de sus afiliados para que los incorporen directamente al convenio. Así, este mismo mes cobrarán ya con las nuevas condiciones: un 0,75% por encima del IPC, además de una paga de beneficios de unos 200 euros por teérmino medio. Todos los empleados que firmen antes del próximo día 26 la cobrarán en la nómina de septiembre.

El plazo para adherirse al convenio finalizará el 11 de octubre. Quienes lo suscriban entre el 26 de septiembre y esa fecha recibirán las compensaciones económicas en octubre.

El principal obstáculo para ELA, LAB y ESK es que el acuerdo incorpora la posibilidad de ampliar la jornada diaria de ocho a nueve horas diez días al año, además de reducir el plazo de preaviso para trabajar en sábado de los actuales siete días a sólo 24 o 16 horas de antelación.

Los sindicatos firmantes creen que el respaldo de la plantilla va a ser máximo, como

ya ocurrió hace cuatro años, cuando UGT y CCOO, que también firmaron en minoría, lograron una adhesión del 100% de la plantilla.

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Las centrales nacionalistas anunciaron ayer que convocaran paros de una hora por turno los próximos jueves y viernes para reclamar la reapertura de las negociaciones.

El delegado de LAB, Iñaki Anda, recordó que el preacuerdo al que la mayoría del comité llegó en junio fue rechazado ese mismo mes en referéndum por la plantilla y esa mayoría "ha hecho caso omiso a la respuesta" de los trabajadores.

En el referéndum participó el 89,26% de la plantilla, formada por 2.897 trabajadores con derecho a voto. Otros 300 empleados tienen su propio convenio. Un total de 1.317 personas rechazaron la propuesta, que fue respaldada por 1.158.

La empresa ha condicionado el futuro de sus inversiones en Álava a la aprobación del convenio cuatrienal. La multinacional alemana debe decidir durante la vigencia del acuerdo -se estima que en torno al año 2010- si asigna a la factoría vitoriana la fabricación de un nuevo modelo que garantice su supervivencia cuando en 2014 deje de fabricar la furgoneta Vito y el monovolumen Clase V.

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