Seis de las nueve provincias de Bolivia convocan huelgas generales
El Gobierno del presidente Evo Morales afirmó ayer que la huelga que se organiza en seis de los nueve departamentos de Bolivia para el próximo martes sólo agravará el conflicto que vive el país, pero descartó decretar el estado de sitio.
El ministro de Gobierno (Interior), Alfredo Rada, dijo al canal estatal de televisión que la huelga, convocada anoche en la ciudad oriental de Santa Cruz, sede de los principales grupos opositores, "genera un conflicto político" que "busca desestabilizar el proceso de cambio". Rada aseguró que Morales no movilizará al Ejército ni recurrirá al estado de ...
El Gobierno del presidente Evo Morales afirmó ayer que la huelga que se organiza en seis de los nueve departamentos de Bolivia para el próximo martes sólo agravará el conflicto que vive el país, pero descartó decretar el estado de sitio.
El ministro de Gobierno (Interior), Alfredo Rada, dijo al canal estatal de televisión que la huelga, convocada anoche en la ciudad oriental de Santa Cruz, sede de los principales grupos opositores, "genera un conflicto político" que "busca desestabilizar el proceso de cambio". Rada aseguró que Morales no movilizará al Ejército ni recurrirá al estado de sitio para frenar las protestas.
El paro será secundado en los departamentos de Tarija, Beni y Pando, que están gobernados como Santa Cruz por opositores, y en Chuquisaca, donde el prefecto (gobernador electo) es oficialista, pero muchas organizaciones sociales y la alcaldía son contrarias a Morales.
En la capital de Chuquisaca, Sucre, hay unas quinientas personas en huelga de hambre y se registraron disturbios violentos en los últimos días, que obligaron a suspender las sesiones de la Asamblea Constituyente.
En el departamento Cochabamba, también gobernado por opositores pero donde están los sindicatos de cultivadores de coca que dirige aún el mandatario boliviano, analizarán si se suman al paro cívico el próximo lunes.
Los líderes de esas regiones dicen abanderar la defensa de la democracia frente a la crisis de la Constituyente, y la decisión del partido de Morales, el Movimiento al Socialismo (MAS), de enjuiciar a cuatro de los cinco miembros del Tribunal Constitucional por presunto prevaricato.
Violencia en Sucre
"Nosotros queremos decir que aquí no hay nada que defender. La democracia no está en peligro, la democracia no está amenazada", replicó Rada. El ministro afirmó que es "falso" el discurso de los movimientos cívicos regionales, que acusan a Morales de "autoritarismo" y de seguir los pasos antidemocráticos de su colega y amigo venezolano, Hugo Chávez. Rada también dijo que esos movimientos regionales promueven la violencia en Sucre.
Los sucrenses emprendieron las protestas y las huelgas de hambre para que la Constituyente restituya en su agenda la disputa entre esa ciudad y La Paz sobre la sede del Ejecutivo y el Legislativo.
Sucre es la capital constitucional de Bolivia, pero sólo acoge al poder Judicial y, coyunturalmente, desde hace 13 meses, la Asamblea Constituyente. La disputa sobre la capital se reavivó 108 años después de una guerra que ganaron tropas de La Paz en 1899.
Varias organizaciones campesinas y los sindicatos de cocaleros del Chapare, que preside Morales, anunciaron que irán a Sucre para defender la continuidad de la Constituyente, cuyo reinicio de actividades es incierto. Rada dijo que el Gobierno ha pedido a las organizaciones de campesinos "no caer en la provocación" para evitar enfrentamientos.