Inquietud en los mercados

Francia emplaza al BCE a mantener los tipos de interés

Los analistas vuelven a cuestionar el pronóstico de que habrá subida en septiembre

Francia reiteró ayer su postura contraria a la ortodoxa política de contención de la inflación a toda costa del Banco Central Europeo (BCE) y emplazó a la autoridad monetaria de la zona euro a mantener los tipos de interés, e incluso bajarlos como hizo hace una semana la Reserva Federal de EE UU (Fed) con el tipo de descuento. "Necesitamos aprender" de esa decisión, dijo la ministra de Economía, Christine Lagarde.

Tras sugerir el BCE el miércoles que seguiría con sus planes de subir un cuarto de punto el tipo oficial (hasta el 4,25%) en septiembre pese a la crisis de liquidez en los mer...

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Francia reiteró ayer su postura contraria a la ortodoxa política de contención de la inflación a toda costa del Banco Central Europeo (BCE) y emplazó a la autoridad monetaria de la zona euro a mantener los tipos de interés, e incluso bajarlos como hizo hace una semana la Reserva Federal de EE UU (Fed) con el tipo de descuento. "Necesitamos aprender" de esa decisión, dijo la ministra de Economía, Christine Lagarde.

El viceministro italiano no ve razón alguna para un alza de tipos en septiembre
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Tras sugerir el BCE el miércoles que seguiría con sus planes de subir un cuarto de punto el tipo oficial (hasta el 4,25%) en septiembre pese a la crisis de liquidez en los mercados, ayer varias fuentes auguraron que finalmente no se tomará esa decisión y se mantendrá el precio del dinero en el 4%.

Lagarde reiteró ayer que un aumento de los tipos de interés amenazaría el crecimiento y mantener la fortaleza del euro frente al dólar compromete las exportaciones. "Es nuestra responsabilidad colectiva reactivar el crecimiento. Y creo que la moneda puede ser una herramienta eficiente", subrayó Lagarde.

"La inflación se ha reducido al 1,8% y tenemos un grave déficit de confianza que provocó una falta de liquidez que reducir el montante y los plazos de crédito a las empresas", argumentó. "Hay que pensar más a fondo en lo que realmente está pasando".

La ministra insistía así en la polémica entre el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, a propósito de la política monetaria que debe desarrollar y del debate sobre la independencia del banco central.

El crecimiento económico francés se mantiene por debajo de la media europea, una situación que el jefe de Estado francés atribuye al efecto perniciosa de la fortaleza del euro sobre las exportaciones.

"Es mi responsabilidad asegurar las condiciones para que las condiciones de acceso al crédito de los hogares y las empresas no se vean dificultadas, porque francamente, está en juego el crecimiento europeo", zanjó Lagarde.

El Gobierno francés está embarcado además en una bajada de impuestos, también muy cuestionada por sus socios europeos, y en concreto por el comisario de Economía, Joaquín Almunia.

Ayer Lagarde anunció una deducción fiscal para los compradores de primera vivienda, de hasta el 40% de los intereses el primer año. Las compañías que inviertan en investigación podrán triplicar su ahorro fiscal (del 10% al 30%) para gastos inferiores a 100 millones de euros (5% para el resto), con un coste de 2.700 millones.

También el viceministro italiano de Economía, Roberto Pinza, se sumó a las voces que piden al BCE que mantenga el precio oficial del dinero. Pinza no ve "ninguna razón" para que el BCE suba el tipo de interés en septiembre.

El pasado miércoles, tras inyectar 40.000 millones de euros la autoridad monetaria de la zona euro sugirió en un comunicado que seguiría con sus planes de subir los tipos. "La postura del BCE quedó expresada por su presidente el 2 de agosto", concluía un comunicado.

En la fecha citada, Trichet había afirmado que realizaría "una fuerte vigilancia" de los "riesgos inflacionistas", lo que todo el mundo interpretó como un anuncio de que el 6 de septiembre subiría los tipos. Una expresión, (fuerte vigilancia) que el jefe de la autoridad monetaria ha utilizado desde 2005 para señalar cada una de las ocho subidas de tipos que se han producido.

Los mercados interpretaron ese comunicado como un anuncio de que el BCE seguiría con su intención inicial pese a la crisis de las hipotecas basura en EE UU y el Euríbor se situó en su nivel más alto en siete años. Pero ayer un alto cargo de un banco nacional cuestionó que la subida de tipos vaya a ser un hecho. "Si hay una normalización de los mercados todavía es posible un alza de tipos. Si no, el BCE esperará".

Dos de las compañías de calificación de riesgos que se han visto cuestionadas en la crisis de las hipotecas basura, Moody's y Standard and Poor's, se enfrentan a una investigación de las autoridades europeas, por su papel no sólo en la calificación de los productos financieros respaldados por esas hipotecas, sino por su participación en su creación.

Moody's dijo ayer que la crisis de las subprime no tendrá impacto directo en las aseguradoras europeas y Standard and Poor's prevé que el BCE sólo suba los tipos una vez hasta fin de año, y que los mantendrá en el 4,25% durante un tiempo. En cambio, la Fed acelerará la bajada del precio del dinero.

Tanto el Banco de Irlanda como Société Générale auguran que finalmente no habrá alza de tipos. La entidad francesa había vaticinado dos subidas de tipos más este año, pero ahora considera que "los bancos probablemente restringirán sus condicones de préstamo, lo que posiblemente llevará a una ralentización de la inversión" el resto del año, según un economista del banco francés.

La ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, a la salida del Elíseo.ASSOCIATED PRESS

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