El conflicto entre humanos y naturaleza

Una comarca catalana registra 15 ataques de buitres a reses aún vivas

Miden casi tres metros. Pesan cerca de 10 kilos. Buscan comida. Unos 200 buitres se han contabilizado en la comarca del Osona (Barcelona), donde, desde enero de 2007, los agentes forestales han registrado unos quince ataques a animales vivos, la mayoría terneros y ovejas.

"Hace unos meses contamos hasta 68 buitres al acecho y la verdad es que impresionan", afirma Miquel Dachs, ganadero. La irrupción de estas rapaces ha generado alarma entre los ganaderos, un hecho que sería insólito teniendo en cuenta la importancia del buitre en el ecosistema por su función como carroñero. Pero la falt...

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Miden casi tres metros. Pesan cerca de 10 kilos. Buscan comida. Unos 200 buitres se han contabilizado en la comarca del Osona (Barcelona), donde, desde enero de 2007, los agentes forestales han registrado unos quince ataques a animales vivos, la mayoría terneros y ovejas.

"Hace unos meses contamos hasta 68 buitres al acecho y la verdad es que impresionan", afirma Miquel Dachs, ganadero. La irrupción de estas rapaces ha generado alarma entre los ganaderos, un hecho que sería insólito teniendo en cuenta la importancia del buitre en el ecosistema por su función como carroñero. Pero la falta de cadáveres al aire libre ha propiciado que los buitres se alimenten de animales vivos -aunque débiles, enfermos o indefensos-.

La normativa europea para la prevención de la enfermedad de las vacas locas, que obliga a los ganaderos a la gestión y recogida de animales muertos, ha motivado el desplazamiento de los buitres leonados (Gyps fulvus) hacia territorios alejados de su entorno habitual. Estas aves se pueden ver en zonas como Osona, donde un año atrás era casi imposible observarlas.

La aparición de estas rapaces ha fomentado opiniones de diversa índole. Algunos afirman que el buitre ha pasado de ser carroñero a depredador, pero los expertos aseguran que es imposible que hayan cambiado sus milenarios hábitos de la noche a la mañana. Jordi Baucells, biólogo, afirma: "Los buitres siempre se han comido animales muertos en fase de descomposición". Pero ahora, la falta de alimento "ha acelerado el proceso y son capaces de devorar por ejemplo vacas enfermas, paralizadas en el momento del parto, o terneros recién nacidos con problemas".

El ganadero Josep Barris ya ha tramitado su pertinente reclamación tras morir hace tres semanas un ternero de ocho días "sano" de su rebaño tras una "merienda" compartida entre una decena de buitres y algunos cuervos. "La pérdida de un ternero es parte de nuestro jornal de más de un año", lamenta Barris.

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