Las capitales gastarán más de dos millones en actuaciones musicales

Los ayuntamientos pagan más que los promotores privados

Bilbao, Vitoria y San Sebastián gastarán más de dos millones de euros en las actuaciones musicales programadas en sus 23 días fiestas patronales. Los conciertos suponen casi la mitad del presupuesto de la Aste Nagusia bilbaína (2.700.000 euros), las fiestas La Blanca (1.091.000 euros) y la Semana Grande donostiarra (entre 900.000 y un millón), cuyos programas incluyen casi 800 actos.

Los ayuntamientos dedican a los conciertos la parte más sustancial de sus presupuestos de fiestas. El consistorio bilbaíno, que presume de "la oferta lúdica y gratuita más importante del norte de la penínsu...

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Bilbao, Vitoria y San Sebastián gastarán más de dos millones de euros en las actuaciones musicales programadas en sus 23 días fiestas patronales. Los conciertos suponen casi la mitad del presupuesto de la Aste Nagusia bilbaína (2.700.000 euros), las fiestas La Blanca (1.091.000 euros) y la Semana Grande donostiarra (entre 900.000 y un millón), cuyos programas incluyen casi 800 actos.

Los ayuntamientos dedican a los conciertos la parte más sustancial de sus presupuestos de fiestas. El consistorio bilbaíno, que presume de "la oferta lúdica y gratuita más importante del norte de la península", invertirá más de un millón de euros en 90 conciertos ofrecidos por artistas como Chayanne, Miguel Bosé, Dover, La Quinta Estación, Milladoiro y María Dolores Pradera, pero también fanfarrias varias. En Vitoria se ha reservado una partida de 650.000 euros para contratar a Nena Daconte, La Inconsciencia De Uoho, Ojos De Brujo y Paloma San Basilio, entre otros. Mientras, en San Sebastián cuentan con Macaco, La Quinta Estación, Vanexxa y Fermin Muguruza, entre sus principales reclamos.

¿Merece la pena invertir tanto dinero en contratar artistas asiduos al circuito privado de actuaciones o que ya están en fiestas de poblaciones cercanas? "No sé quiénes coinciden con las programaciones cercanas, pero el año pasado se contrató de urgencia a Melendi (cobró 75.400 euros), que acababa de estar en Santurtzi, y fue el concierto en el que más gente hubo en las fiestas, 33.500 personas". Esto responde a bote pronto, un miembro del equipo de programación de la Aste Nagusia, que gastará en conciertos más dinero que el destinado por los departamentos de Acción Social (641.000 euros) y Salud y Consumo (342.017 euros) a subvencionar a entidades que desarrollan proyectos complementarios a la actividad municipal.

El área de Cultura, de hecho, cuenta en 2007 con un presupuesto de 33.189.312 euros, muy próximo a la dotación de Acción Social (38.458.559 euros) y aproximadamente un 6,6% del presupuesto total del Ayuntamiento (502 millones). Aunque respecto a éste, los 2,7 millones destinados a fiestas, de los cuales más de 300.000 se recuperarán a través de contratos de patrocinio, suponen sólo un 0,53%.

El millón de euros reservado a conciertos en Bilbao se invierte teniendo en cuenta que "el panorama musical de la ciudad no es el mismo que a principios de la década, cuando se optó por hacer una contratación muy potente, la de Manu Chao, que sirviera de tractor musical en la villa". "Desde hace un par de años, los promotores privados tiran del carro con conciertos de pago a los que la gente está respondiendo. El Ayuntamiento opta por hacer una programación festiva". El objetivo es alcanzar los 290.000 espectadores del año pasado.

En Vitoria también priman los criterios comerciales, según explica Rubén Mateos, del departamento de prensa del Ayuntamiento. Los esfuerzos se dirigen a contratar "cosas actuales, gente que tiene tirón y puede llenar la plaza". Y en San Sebastián la filosofía de programación es similar.

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Otra cuestión en la que coinciden las fiestas de las tres capitales vascas es en que tienen relativamente estabilizados sus presupuestos. Pero en un nivel alto, porque intermediarios y promotores engordan los cachés de sus representados cuando el contratante es una institución pública, sabedores de que cuenta con una partida presupuestaria que conviene agotar para no verla disminuida en el futuro.

"Al margen de que los precios se aumentan porque se valora que al ser gratis va a acudir más público, también se hace aprovechando el desconocimiento del sector que tienen las instituciones. Sólo programan una vez al año, tampoco se preocupan demasiado por cómo está el mercado. Al final, les da igual que un grupo les pida cinco o les pida 10", confiesa un promotor de conciertos vizcaíno, acostumbrado a tratar con los programadores municipales.

Sin pasar por taquilla

El verano es una época muy dada al disfrute de actuaciones gratuitas, en las que es fácil ver sobre las tablas a artistas veteranos, en algunos casos de capa caída, y a otros de actualidad con los que se pretende garantizar grandes audiencias. Aunque también hay a quienes este verano no se puede ver sin pasar por taquilla, caso de David Bisbal y Fito & Fitipaldis, por ejemplo. "Si haces el verano, tocas para ayuntamientos, en fiestas, en plazas o donde haga falta. Te va a ver todo el pueblo por la cara. Entonces, has quemado todo; en invierno nadie te va a ver", ha explicado Fito Cabrales, el líder de Fito & Fitipaldis. "Si toco gratis en todas las ciudades del mundo, ¿quién me ve luego en una sala? Y yo creo que el circuito del rock and roll son las salas. La excepción de Bilbao [en 2004] fue porque soy de Bilbao y me hizo mucha ilusión que me llamasen para tocar en fiestas".

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