Batalla campal ante los juzgados de Ferrol tras el encarcelamiento del patrón mayor

La intervención de la policía permite atracar en Reganosa al segundo buque metanero

Las protestas contra la planta de gas de Reganosa derivaron anoche en disturbios y cargas policiales frente a la sede de los juzgados, después de que se decretase el ingreso en prisión sin fianza del patrón mayor de la cofradía de pescadores, Bernardo Bastida. Los mariscadores se enfrentaron a las fuerzas de seguridad lanzándoles piedras, y la policía cargó con dureza y los persiguió por las calles del centro de la ciudad. Horas antes, el metanero argelino Mourad Didouche logró atracar en los diques de la planta de Mugardos en medio de un fuerte dispositivo policial.

Los mariscad...

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Las protestas contra la planta de gas de Reganosa derivaron anoche en disturbios y cargas policiales frente a la sede de los juzgados, después de que se decretase el ingreso en prisión sin fianza del patrón mayor de la cofradía de pescadores, Bernardo Bastida. Los mariscadores se enfrentaron a las fuerzas de seguridad lanzándoles piedras, y la policía cargó con dureza y los persiguió por las calles del centro de la ciudad. Horas antes, el metanero argelino Mourad Didouche logró atracar en los diques de la planta de Mugardos en medio de un fuerte dispositivo policial.

Los mariscadores de Ferrol y las fuerzas del orden jugaron ayer al ratón y al gato. Y una vez más, como ya ocurriera el pasado 9 de mayo durante la llegada del primer buque Galicia Spirit, la policía se adelantó a todos los intentos del Comité Ciudadano de Emerxencia de la Ría de impedir la llegada del segundo gasero a Reganosa.

Doce unidades antidisturbios de la policía nacional, tres patrulleras de la Guardia Civil, varias lanchas neumáticas y un helicóptero tomaron desde primera hora de la mañana el puerto de Ferrol y los pantalanes de la ría para impedir que los mariscadores zarparan con sus embarcaciones para repetir el bloqueo de los días anteriores.

Los mariscadores ocuparon durante tres horas las oficinas de la Autoridad Portuaria de Ferrol, irrumpieron y causaron desperfectos en el despacho de su presidente Amable Dopico de quien partió la orden de restringir el tráfico en la ría. "Sólo queremos que nos dejen faenar. Tenemos que ganarnos el pan", declaró Jaime Gabarri, un mariscador, que calcula que el cierre de la ría afectó a 700 trabajadores de los pósitos de Ferrol, Fene y Mugardos. "Somos ciudadanos, no terroristas", coreaban.

Con los mariscadores en el puerto vigilados de cerca por la policía nacional, a media tarde el gasero Mourad Didouche enfilaba sin problemas la bocana de la ría con la ayuda de tres remolcadores, y con la primera marea llena del día asomó su proa entre los castillos de la Palma y San Felipe en dirección a Reganosa. Los 123.000 metros cúbicos de gas natural licuado que transporta serán trasvasados a los tanques de la planta, que opera en fase de pruebas.

Cerca de 200 personas se concentraron durante la tarde en los juzgados, donde el patrón mayor en funciones de la Cofradía de Ferrol, Bernardo Bastida, detenido el martes tras el bloqueo prestaba declaración. A Bastida se le imputan los delitos de coacción, amenazas, desobediencia a la autoridad y desórdenes públicos. El juez ordenó el ingreso provisiopnal de Bastida en la prisión de Teixeiro, a la espera de que se celebre una nueva vista en 72 horas.

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La noticia del encarcelamiento de Bastida enfureció a los concentrados, que comenzaron a lanzar piedras contra la policía en el momento en que el patrón mayor fue sacado del edificio judicial. La respuesta de las fuerzas de seguridad no fue menos contundente, y a continuación se sucedieron las cargas y persecuciones. Una persona fue detenida.

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