Análisis:ESTA SEMANA

Delphi

Vuelven a cometer el mismo error. No pueden evitar la rabia que les da el compromiso asumido por el Gobierno andaluz para resolver el conflicto de Delphi. El anuncio de la captación de las inversiones industriales necesarias para absorber los puestos de trabajo que se perderían con el cierre de esta compañía no es digerido por algunos. Bien está el escepticismo de la plantilla laboral que tiene por delante sólo la ruina que se apunta tras el ERE presentado por la multinacional. Pero tienen la palabra dada por el presidente de la Junta, Manuel Chaves, en sede oficial, algo que tiene su valor si...

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Vuelven a cometer el mismo error. No pueden evitar la rabia que les da el compromiso asumido por el Gobierno andaluz para resolver el conflicto de Delphi. El anuncio de la captación de las inversiones industriales necesarias para absorber los puestos de trabajo que se perderían con el cierre de esta compañía no es digerido por algunos. Bien está el escepticismo de la plantilla laboral que tiene por delante sólo la ruina que se apunta tras el ERE presentado por la multinacional. Pero tienen la palabra dada por el presidente de la Junta, Manuel Chaves, en sede oficial, algo que tiene su valor si se tiene en cuenta, además, que el jefe del Ejecutivo andaluz no es dado a ir por ahí lanzando promesas que luego se le pueden volver en contra.

La satisfacción de los trabajadores contrastaba con la contrariedad que manifestaban determinados dirigentes políticos, dispuestos a hacer carrera con la desgracia ajena. Comprobaban cómo se les acaba el juguete, cómo, por fin, se encarrilaba una salida para el futuro de miles de familias en la Bahía de Cádiz, que es de lo que se trata. En su furia porque se les cae, por tanto, uno de sus principales argumentos, despachan la solución que se ha habilitado como "electoralista" sin reparar siquiera en el comportamiento propio con una utilización burda y soez de esta crisis para sus fines estrictamente partidarios.

Es el mismo colectivo laboral el que mejor conoce, realmente, el alcance y el grado de compromiso asumido por parte de las instituciones. Tienen una referencia notablemente cercana como es la salvación de la industria naval en la comarca gaditana. Las tres factorías existentes en Cádiz, Puerto Real y San Fernando, estaban abocadas al cierre por la nefasta gestión que llevó a cabo el entonces gobierno del PP en AESA. El asunto le estalló a los socialistas nada más llegar a la Moncloa, obligando al recién llegado, José Luis Rodríguez Zapatero a decir aquello de que "no os fallaré" a los trabajadores.

Pasado el tiempo nos encontramos con un panorama extraordinariamente esperanzador. La realidad habla del mantenimiento de las plantas y carga de trabajo asegurada por un largo periodo de tiempo hasta el punto de que habrá momentos en los que se tendrá que recurrir a mano de obra extra. Todo eso sin olvidar la ubicación en la zona del Polígono de las Aletas, que se va a convertir en uno de los enclaves tecnológicos, industrial y logístico más importante de Andalucía. Ésta sí que es una medida estructural y básica que debe contribuir a conformar un sistema productivo más asentado, alejado de las evoluciones de ciclos económicos adversos. De modo que es necesario que aquellos que continúan con sus mensajes catastrofistas se vayan buscando otra estrategia porque, a tenor de experiencias anteriores, habrá resolución del problema quieran o no ellos.

A eso se une el balón de oxígeno que le dará la Junta al candidato socialista de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, ya que en el Consejo de Gobierno de esta semana se aprobará el proyecto de construcción del Paso Territorial Sur que acabará con buena parte de los atascos en uno de los principales accesos a la ciudad, a no ser que la Junta Electoral de turno lo prohíba.

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