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Apuesta turística

Los datos del primer trimestre sobre demanda turística auguran una buena temporada y mantienen la tendencia positiva de los últimos años. Tan sólo los nubarrones provocados por la continua merma del gasto medio por turista, y por la recuperación de destinos competidores, como Turquía, pueden limitar su impacto positivo en la economía. En este sentido, la asociación Exceltur pronostica un crecimiento del PIB turístico del 3,2% en 2007, tan sólo tres décimas por debajo del 3,5% previsto para España.

La demanda turística interna muestra un crecimiento elevado, a pesar de las restricciones ...

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Los datos del primer trimestre sobre demanda turística auguran una buena temporada y mantienen la tendencia positiva de los últimos años. Tan sólo los nubarrones provocados por la continua merma del gasto medio por turista, y por la recuperación de destinos competidores, como Turquía, pueden limitar su impacto positivo en la economía. En este sentido, la asociación Exceltur pronostica un crecimiento del PIB turístico del 3,2% en 2007, tan sólo tres décimas por debajo del 3,5% previsto para España.

La demanda turística interna muestra un crecimiento elevado, a pesar de las restricciones en el presupuesto de los hogares reflejo del aumento de los tipos de interés, y la posible redirección de flujos hacia destinos internacionales. La extensión de los vuelos de bajo coste no sólo influye sobre la llegada de turistas, sino también sobre la predisposición de los españoles a sustituir turismo interno por externo.

El turismo puede tomar el relevo al sector de la construcción residencial como baluarte para el crecimiento de los próximos años

Con un crecimiento en la entrada de turistas del 5,2% con respecto al primer trimestre de 2006, las perspectivas apuntan al mantenimiento de la dinámica de la demanda extranjera, que aportará más de 60,5 millones de turistas en 2007, frente a los 58,5 millones de 2006. La pujanza del turismo urbano y cultural, incentivado por el aumento de conexiones aéreas, junto al mantenimiento de los ritmos de entrada en los destinos vacacionales tradicionales permitirán nuevos máximos en la recepción. Algo que debería favorecer un aumento de ingresos en la balanza de pagos. Sin embargo, la acentuación de las pautas recientes de comportamiento del turista, con una reducción de la estancia media y un mayor uso de la autoorganización como método de planificación del desplazamiento, está ocasionando una merma en el gasto medio por turista.

Cuando el sector de la construcción residencial parece abocado a ceder protagonismo, el turístico se evidencia como uno de los baluartes para el crecimiento de los próximos años. Es cuestión de seguir apostando por mejorar la competitividad de nuestro destino.

Pedro Arévalo y Arturo Rojas son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas (AFI).

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