Archivada por tercera vez una querella contra un médico de Leganés

La Audiencia Provincial de Madrid ha archivado la querella presentada contra el médico Andrés Bernardo Aranda por la familia de Cándido P. I., carpintero jubilado de 78 años que murió poco después de serle aplicada una sedación en el hospital Severo Ochoa de Leganés. Es la tercera vez que la querella es archivada en los tribunales. La familia, con el apoyo de la Asociación de Víctimas de Negligencias Sanitarias (Avinesa), sostenía que Cándido entró en el hospital "casi andando y que salió muerto".

La Audiencia Provincial, en cambio, confirma en todos sus extremos la decisión del Juzgado...

La Audiencia Provincial de Madrid ha archivado la querella presentada contra el médico Andrés Bernardo Aranda por la familia de Cándido P. I., carpintero jubilado de 78 años que murió poco después de serle aplicada una sedación en el hospital Severo Ochoa de Leganés. Es la tercera vez que la querella es archivada en los tribunales. La familia, con el apoyo de la Asociación de Víctimas de Negligencias Sanitarias (Avinesa), sostenía que Cándido entró en el hospital "casi andando y que salió muerto".

La Audiencia Provincial, en cambio, confirma en todos sus extremos la decisión del Juzgado de Instrucción 3 de Leganés en marzo y septiembre de 2006, que consideró probado que Cándido llegó al hospital en un "grado funcional muy negativo" y que, tras ser atendido adecuadamente, "entró en una fase de angustia extrema por fatiga e hipoxemia severa (muerte inminente)".

La audiencia se apoya en su fallo en el informe del Colegio de Médicos de Madrid, que estableció que no había quedado probada la relación entre las sedaciones estudiadas y la muerte de los pacientes. Sin esa conexión, mantiene la audiencia, no puede derivarse responsabilidad penal alguna.

El mismo informe del Colegio de Médicos servirá para que el Juzgado de Instrucción 7 de Leganés decida sobre la actuación de ocho médicos de Leganés (entre ellos el mismo Aranda) en la muerte de 15 pacientes más.

Estas muertes fueron denunciadas ante el juez por el consejero de Sanidad, Manuel Lamela, que defendió su actuación diciendo que los médicos habían incurrido en "una posible responsabilidad penal por homicidio imprudente". Ayer, sin embargo, Lamela se mostró indiferente ante el caso y dijo que "si está archivado, bien archivado estará".