La batalla eléctrica

E.ON ofreció a Acciona los activos de Endesa en Latinoamérica para que apoyase su OPA

La constructora de la familia Entrecanales exigió participar en la gestión de la eléctrica y que se contase con Enel

Unos días antes de que Acciona y Enel abrieran conversaciones, E.ON hizo un último intento para alcanzar un acuerdo con la empresa española y parar los pies a los italianos. El grupo alemán ofreció a Acciona los activos de Endesa en Latinoamérica y los de energía renovable, pero la constructora rechazó la propuesta.

Era el viernes 9 de marzo y los responsables de E.ON habían concertado una cita en Madrid con los de Acciona. Quizá porque veían que la oferta pública de adquisición (OPA) lanzada sobre Endesa se encaminaba al fracaso, decidieron hacer la intentona a la desesperada y despren...

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Unos días antes de que Acciona y Enel abrieran conversaciones, E.ON hizo un último intento para alcanzar un acuerdo con la empresa española y parar los pies a los italianos. El grupo alemán ofreció a Acciona los activos de Endesa en Latinoamérica y los de energía renovable, pero la constructora rechazó la propuesta.

En la última semana se negoció en Bolsa cerca del 20% del capital flotante de Endesa
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Era el viernes 9 de marzo y los responsables de E.ON habían concertado una cita en Madrid con los de Acciona. Quizá porque veían que la oferta pública de adquisición (OPA) lanzada sobre Endesa se encaminaba al fracaso, decidieron hacer la intentona a la desesperada y desprenderse de esa serie de activos, que suponen en torno al 18,5% del total de la eléctrica (incluido hidráulicos), casi una quinta parte. Un bocado bastante apetitoso, sobre todo si se tiene en cuenta la importante implantación que Endesa tiene en el continente americano y que la propia E.ON había asegurado que era una de las partes que más le interesaban. Acciona, sin embargo, respondió que quería participar en la gestión del grupo integrado y que, además, había que contar con Enel, que tiene el 24,9%. La reunión continuó el lunes 12 de marzo, con el fin de semana por medio, para que los alemanes maduraran la petición. E.ON contestó que no aceptaba.

Desde entonces todo se precipitó. La semana siguió sin sobresaltos. Pero en la siguiente se desató la locura. El domingo 18 de marzo el primer ejecutivo de Enel, Fulvio Conti, enterado de las calabazas dadas por el presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales, a E.ON, le llamó. Al día siguiente, festividad de San José, comenzaron unas intensas negociaciones, con madrugadas incluidas, que terminaron el viernes 23. Un numeroso equipo de ejecutivos y abogados no dejó de transitar de un despacho a otro. El jueves, el mundo financiero ya era un verdadero caldero de rumores. Hasta tal punto, que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) emitió un comunicado nocturno en el que exigía que aclararan lo que estaban cociendo. En efecto, confirmaron la existencia de un acuerdo para lanzar una OPA (al menos, a 41 euros por acción) y gestionar Endesa de forma conjunta.

La empresa de la familia Entrecanales (60% del capital), que se ha endeudado casi por lo que vale en Bolsa (10.000 millones) ha apostado fuerte. Según el pacto, Acciona se haría con un 4% hasta llegar al 25% y Enel con el resto. Asimismo, Entrecanales sería presidente con voto de calidad y Acciona puede obligar a Enel a comprar sus acciones en un periodo de tres años si hay incumplimientos.

El acuerdo supone mantener la españolidad y la integridad de Endesa, sin desgajarla, como al parecer pretendía E.ON en su ofrecimiento desesperado a Acciona. Además de garantizar la presencia española en la gestión de la eléctrica, la compañía italiana logra avanzar en su objetivo de crecer en Europa tras el fracaso que supuso su intento de entrar en la belga Electrabel y en la francesa Suez.

El caso es que la ya larga pelea de Endesa ha entrado en un nuevo capítulo en el que nadie quiere aventurar si será el definitivo. La irrupción de Enel en febrero rompió los esquemas a E.ON, que ya saboreaba las mieles del triunfo. A Wulf Bernotat, presidente de la compañía alemana, le va la vida en esta apuesta y sabe que el consejo de vigilancia del grupo le mira con lupa. Por eso se ha lanzado a tumba abierta después de unos primeros acercamientos que respondían principalmente a la cortesía empresarial. La primera vez que se aproximó a Entrecanales fue al poco de que Acciona adquiriera el 10% de Endesa en septiembre pasado. Posteriormente, en Navidad, Bernotat le invitó a su casa de Mallorca, a lo que el empresario español rehusó por estar de vacaciones. Más tarde, en febrero, volvió a la carga para intentar comprar las acciones. "Mucho cariño; pero, mientras, iba poniendo demandas", dice una fuente empresarial.

La última fue la que interpuso el miércoles pidiendo a la Audiencia Nacional una medida cautelarísima (es decir, sin escuchar a las partes), que prohibiera el lanzamiento de una OPA a Enel y Acciona. La CNMV no permite que la hagan hasta dentro de seis meses, pero E.ON exige que no la pueda lanzar nunca. El viernes, la Audiencia rechazó la petición porque "la hipotética OPA de Enel y Acciona en nada altera la realidad actual ni afecta a la OPA en curso", aunque el recurso sigue su trayectoria. Enel y Acciona respondieron con otra demanda ante la misma instancia y con la petición de otra cautelarísima para que levante la prohibición del lanzamiento de su OPA en seis meses impuesta por la CNMV. La decisión de la Audiencia se espera para mañana, lunes.

Y, entre demanda y demanda, la vida sigue. En las últimas sesiones bursátiles, la actividad ha sido frenética. En los cinco días de la semana, se ha negociado cerca del 20% del capital flotante, que viene a representar en torno al 8% de su capitalización. En estas operaciones, ha destacado especialmente la agencia de valores Interdín y varias ligadas a cajas de ahorros. Las fuentes consultadas de una y otra parte se cruzan acusaciones, atribuyendo al contrario el origen de estas compras.

El caso es que los pequeños accionistas, cansados de esperar, se han ido desprendiendo de sus títulos y apenas representan el 10%, según fuentes del mercado. Mientras, los fondos de inversión mantienen una participación cercana al 30%. Si se tiene en cuenta que Enel cuenta con el 24,9%; que Acciona tiene un 21,04% (ha pedido permiso para elevar su participación al 24,9%) y la SEPI, un 2,9% y ha anunciado que no va a vender a E.ON, las cuentas vaticinan que la OPA del grupo alemán difícilmente superará el 25%. Eso sin contar el 10% de Caja Madrid, que, en una decisión muy contestada en su consejo, resolvió vender esas acciones a E.ON bajo la fórmula de equity swap, es decir, a futuro, en este caso dentro de dos años y cedió a E.ON los derechos de voto, limitados en el 10%.

Wulf Bernotat, presidente de E.ON, y José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona (a la derecha).EFE / GORKA LEJARCEGI
El consejero delegado de la eléctrica italiana Enel, Fulvio Conti.EFE

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