Paralizada la actividad de una cantera de Samos por destruir un área protegida

El desplome de un vertedero ilegal arrasó 3 kilómetros de ribera, 5 molinos y 8 presas

El Ayuntamiento de Samos (Lugo) ha ordenado paralizar la actividad de una cantera de pizarra por los graves daños causados en un paraje protegido y en varias piezas de patrimonio etnográfico. Una escombrera ilegal construida en la explotación se desplomó hace tres meses y arrasó tres kilómetros de la ribera del río Castelo, un territorio protegido por la Red Natura. La caída del vertedero sin licencia se llevó por delante cinco molinos, ocho presas y varios puentes. Es la segunda orden de este tipo que se dicta contra una cantera en Lugo en un mes.

La cantera Vetusta se abrió en Samos h...

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El Ayuntamiento de Samos (Lugo) ha ordenado paralizar la actividad de una cantera de pizarra por los graves daños causados en un paraje protegido y en varias piezas de patrimonio etnográfico. Una escombrera ilegal construida en la explotación se desplomó hace tres meses y arrasó tres kilómetros de la ribera del río Castelo, un territorio protegido por la Red Natura. La caída del vertedero sin licencia se llevó por delante cinco molinos, ocho presas y varios puentes. Es la segunda orden de este tipo que se dicta contra una cantera en Lugo en un mes.

La cantera Vetusta se abrió en Samos hace unos 20 años y está dentro de un área protegida, incluida en el Lugar de Interés Comunitario Ancares-Courel y amparada por la Red Natura. La empresa Pizarras del Oribio, actual gestora de la instalación, abrió una escombrera sin la preceptiva licencia, según informa el Ayuntamiento. A finales de diciembre, este vertedero se desplomó y los residuos allí acumulados arrasaron la ribera del río Castelo a lo largo de tres kilómetros, llevándose por delante la vegetación y varias piezas de valor etnográfico.

Los vecinos de la zona ya han presentado una demanda de daños en los tribunales, mientras que la asociación ecologista Adega, que fue quien denunció los hechos, reclama a la Dirección Xeral de Conservación da Natureza que obligue a la compañía a recuperar ambientalmente la zona. "Nos alegramos de la decisión municipal y, al mismo tiempo, solicitamos una mayor coordinación entre las distintas instituciones implicadas en la autorización de esta actividad minera para, precisamente, impedir desde el principio la actividad mientras no cuente con todos los permisos", señalan desde la agrupación.

Los técnicos municipales de Samos consideran que se trata de una infracción "grave o muy grave" contra el medio ambiente y el patrimonio. El alcalde del municipio, Carlos Belón, ha dictado el cese de la actividad porque es la única decisión para la que, en estas circunstancias, tiene competencias. Su orden de paralización fue ayer remitida a las consellerías de Medio Ambiente, Industria y Política Territorial, ya que, ante la gravedad de los hechos, la ley sólo le da potestad a estos departamentos para abrir un expediente sancionador.

La cantera de pizarra de Samos se abrió hace dos décadas y, según los ecologistas, con el tiempo ha ocupado toda la cabecera del río Castelo sin autorización de la Confederación Hidrográfica del Norte ni licencia municipal. "Es un ejemplo más de la permisividad de las distintas administraciones con estas explotaciones", subraya Adega, "a las que, como mucho acaban sancionando con multas ridículas, y de la continuada ilegalidad a la que estaban acostumbrados algunos empresarios de la piedra y de la losa".

La orden dictada por el Ayuntamiento de Samos para que cese la actividad en la cantera de Vetusta es la segunda que se produce en un mes contra una explotación de este tipo en la provincia de Lugo. La anterior fue promovida por un juez y afecta a una cantera de granito gestionada por Ingemarga en el municipio de Abadín.

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Explotación sin licencia

La empresa empezó a extraer el mineral de la cantera de Os Agros el pasado verano, pese a que el lugar está dentro del Lugar de Interés Comunitario Serra do Xistral. Su actividad, que afecta a hábitats prioritarios, provocó las protestas de la comunidad de montes de Labrada, donde está la explotación, y del colectivo Adega, que presentaron una denuncia en los tribunales. El titular del juzgado de instrucción número dos de Mondoñedo abrió una investigación y el 25 de febrero, tras tomar declaración como imputado al responsable de la cantera, dictó un auto en el que ordena "con carácter cautelar, la suspensión de la actividad" en la explotación.

Otra orden de paralización pesa desde hace cinco años sobre la cantera de A Campa, ubicada en Folgoso do Courel. Este yacimiento de pizarra, propiedad de la empresa Cupa Group, funciona desde la década de los setenta pero carece de licencia municipal y autonómica. La Consellería de Política Territorial ordenó el cese de la actividad en 2002, un mandato que hace unas semanas no había sido acatado por los responsables de la cantera.

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