Industria pretende que las empresas eólicas le cedan 300 aerogeneradores

Fernando Blanco presenta hoy el decreto que busca acabar con la especulación del sector

Con unos 3.000 molinos de viento instalados y 2.500 megavatios de potencia, Galicia es la primera potencia eólica española y sexta del mundo. Pero sólo un 5% de los parques eólicos están en manos de empresas gallegas. El viento no sólo no ha dejado beneficios en Galicia, sino que la mayoría de los adjudicatarios han especulado con los permisos. La reventa de parques eólicos ya ha movido más de 1.500 millones de euros en los últimos cinco años. El conselleiro de Industria, Fernando Blanco, presenta hoy un nuevo plan eólico con el que pretende corregir la situación.

La Consellería de Indu...

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Con unos 3.000 molinos de viento instalados y 2.500 megavatios de potencia, Galicia es la primera potencia eólica española y sexta del mundo. Pero sólo un 5% de los parques eólicos están en manos de empresas gallegas. El viento no sólo no ha dejado beneficios en Galicia, sino que la mayoría de los adjudicatarios han especulado con los permisos. La reventa de parques eólicos ya ha movido más de 1.500 millones de euros en los últimos cinco años. El conselleiro de Industria, Fernando Blanco, presenta hoy un nuevo plan eólico con el que pretende corregir la situación.

La Consellería de Industria pretende obtener el equivalente a 300 aerogeneradores de los parques eólicos que se construyan entre este año y 2012. El plan busca la cesión gratuita, por parte de las empresas eléctricas, de al menos un 10% de todos los nuevos parques. Industria espera poder autorizar nuevas instalaciones eólicas con una potencia de 2.500 megavatios (entre 2.000 y 3.500 aerogeneradores).

El plan ha sido diseñado por el gabinete de Xoán Ramón Doldán, director general del Instituto Enerxético de Galicia (Inega), organismo que asumirá la participación pública en los nuevos parques eólicos. El plan tiene formato de decreto ley y se presenta hoy a todas las empresas eólicas en un acto público convocado en un hotel de Santiago.

Doldán, junto con el director general de Industria y Energía, Anxo Calvo Silvosa, llevan más de un año estudiando una fórmula legal que permita a la Consellería de Industria (organismo que otorga las autorizaciones de los parques eólicos) ingresar dinero del negocio del viento. La energía eólica ya factura en Galicia más de 600 millones de euros anuales y sólo un 5% del pastel está en manos de empresarios gallegos.

Sin embargo, la propuesta de Fernando Blanco choca con los intereses de los operadores eólicos. El conselleiro de Industria firmó hace tres semanas las primeras autorizaciones eólicas desde que PSdeG y BNG gobiernan en la Xunta. Sacó a concurso 750 megavatios (unos 750 nuevos molinos) y autorizó 511, a pesar de que había solicitudes para él cuádruple; el Inega logró que le cedieran gratis 25 megavatios (unos 25 molinos), cuyo valor de mercado alcanza los 30 millones de euros.

A pesar de su escaso impacto, la asociación de las empresas eólicas de Galicia (EGA) no ha querido dejar pasar esta primera aplicación de la nueva normativa legal. La EGA ya ha recurrido ante la Xunta la participación pública en los nuevos parques eólicos, los criterios de selección y los criterios de rechazo de algunas propuestas. Es más, las eléctricas ya han anunciado que si la Xunta no transige, acudirán al juzgado.

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"Nuestra intención no es ganar un pleito, sino conseguir un pacto social eólico", asegura el portavoz de la EGA. "El Inega no ha definido la participación pública y la prueba es que la Consellería de Economía no está en los criterios de valoración", señala Íñigo Muniuzguren, secretario general de la asociación de empresas eólicas.

La Consellería de Industria aseguró a este periódico que el decreto que hoy presenta "es un borrador, abierto a discusión, y por eso se presenta primero a las empresas; para que lo estudien, lo discutan y planteen sus alegaciones". La intención de Industria es que el decreto pueda entrar en vigor este mismo verano.

Contra la especulación

Si el primer objetivo del plan eólico de Fernando Blanco es dejar en Galicia una parte de los beneficios eólicos que genera, el segundo es acabar con la especulación del sector.

El borrador incluye alguna cláusula anti-especulación que, según fuentes de Industria, prohibirá la transmisión de las autorizaciones eólicas antes de cinco años. No es un problema pequeño. En los últimos cinco años, de los casi 4.000 megavatios autorizados por la Xunta de Fraga, 1.500 megavatios fueron revendidos incluso antes de poner un solo molino en los montes.

Blanco pretende que el nuevo decreto sirva además para ordenar el sector, ya que la mayor parte de los nuevos aerogeneradores se emplazarán para repotenciar parques antiguos.

Parque eólico instalado en la Serra do Faro, en el municipio de Chantada (Lugo).XOSÉ MARRA

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